Muere una niña y varias personas más resultan heridas en un atropello intencionado en una pizzería de las afueras de París

Un vehículo se ha estrellado de forma voluntaria contra la terraza de una pizzería en Sept-Sorts, en Seine-et-Marne, a las afueras de París), esta noche. Una niña de trece años ha muerto y hay otras cuatro personas heridas de gravedad y 8 leves, según ha confirmado la policía. El conductor ha sido detenido poco después y está siendo interrogado por la Policía.

Fuentes judiciales confirman que el acto fue deliberado, pero descartan que se trate de un acto terrorista. Según France Presse, que cita fuentes judiciales, el conductor habría confesado que su intención era suicidarse.

Parece que el vehículo habría intentado estamparse una segunda vez contra el local y lo han detenido. El hombre, joven, conducía un BMW. La investigación fue asignada a la Gendarmería Nacional, como cualquier accidente de tráfico. Un portavoz del Ministerio del Interior indicó que el agresor detenido, de 32 años y de nacionalidad francesa, carecía de antecedentes, era desconocido por la policía antiterrorista y hace unos días intentó suicidarse.

La voluntariedad del impacto parecía fuera de toda duda desde el primer momento. Alrededor de las 9 de la noche, un BMW de color gris se detuvo ante la terraza. El establecimiento era una pizzería popular situada en un pequeño centro comercial e industrial a las afueras de Sept Sorts, un pueblo de apenas 400 habitantes. Según los testigos, el BMW maniobró con dificultad (era una calle estrecha y ante la pizzería había una gasolinera) para encarar la terraza, dio marcha atrás para tener más espacio de aceleración y se lanzó a toda velocidad contra las mesas.

La niña de 13 años murió prácticamente en el acto y ocho o nueve personas sufrieron heridas, cuatro de ellas de gravedad.

El pasado miércoles se produjo un atropello similar en Levallois-Perret, un suburbio de París. Un ciudadano argelino, Hammou B., también a bordo de un BMW, embistió contra un grupo de militares que patrullaban la calle, dentro de la operación de vigilancia establecida tras los atentados de noviembre de 2015. Seis soldados sufrieron heridas. Varios miembros de la patrulla hicieron fuego contra el agresor, que fue alcanzado por una bala y logró huir hasta ser detenido en una autopista cercana. El agresor, en estado grave, estaba fichado como inmigrante irregular pero no había sido incluido en el fichero de los musulmanes sospechosos de radicalización.