Corea del Norte podría lanzar una bomba atómica sobre los Estados Unidos mediante un misil balístico intercontinental (ICBM). La amenaza de holocausto nuclear que pone en peligro al mundo entero se podría detener, ya que no por la diplomacia hasta el momento, gracias a un sistema de USD 40.000 millones diseñado para destruir una bomba en el espacio.
Se trata del Sistema Terrestre de Defensa a Medio Trayecto (GMD), que todavía es un proyecto en desarrollo, pues no ha pasado 6 de las 10 pruebas que se le realizaron desde que comenzó a operar, en 2004. Sin embargo, las dos últimas mostraron éxitos repetidos.
“Después de la prueba exitosa más reciente, en mayo, el Pentágono elevó su evaluación del GMD en un memo, en el describió que el sistema ‘ha demostrado su habilidad para defender el territorio estadounidense’“, explicó The Washington Post, e ilustró cómo es su funcionamiento:
1. Corea del Norte lanza un ICBM con cabeza nuclear
Los ICBM son los misiles más rápidos y poderosos, los únicos que actualmente podrían recorrer la distancia de 5.000 millas (8.000 kilómetros) entre Corea del Norte y los Estados Unidos. Se impulsan por cohetes en una trayectoria alta y arqueada, hasta que la gravedad atrae a las cabezas hacia sus objetivos.
Aunque es fácil detectarlos, es difícil interceptarlos: tardan menos de 5 minutos en cubrir su fase de impulso. “No existe un sistema de defensa que trabaje tan rápidamente”, explicó el diario estadounidense. “Pero se desarrollan varias ideas ambiciosas, como drones que podrían atacar a los misiles con láser poco después de su lanzamiento”.
2. Los satélites y los radares lo detectan y lo rastrean
Los sensores infrarrojos de los satélites detectan el lanzamiento y la trayectoria del misil, ya que siguen el calor que se genera en su trayectoria. Los barcos de la marina estadounidense poseen poderos radares de Banda X (en el espectro electromagnético, microondas) que también siguen la trayectoria del misil, acompañados por los terrestres, desde abajo.
“Si el objetivo parece estar en los Estados Unidos, se activa el GMD”, explicó The Washington Post.
Un ICBM lanzado desde Corea del Norte demoraría media hora en llegar al continente americano, y la mayor parte del tiempo estaría viajando por fuera de la atmósfera. Ese es el trayecto medio al que alude el nombre del sistema de defensa GMD, y allí es donde se lo trata de interceptar: en el espacio.
3. El misil suelta su cabeza, y señuelos
Cuando termina la fase de ascenso, los impulsores se desmantelan y quedan en curso la cabeza y varios señuelos para confundir a los instrumentos de interceptación. Esos señuelos se consideran “contramedidas”, pero los sistemas de defensa también los identifican.
4. El sistema GMD lanza interceptores
Por cada ICBM se lanzan entre dos y cuatro incerceptores, para aumentar las probabilidades de éxito en una nube de señuelos. Los Estados Unidos poseen 44 incerceptores, ubicados en instalaciones del sistema GMD en Alaska (Fort Greely) y California (Base Aérea de Vandenberg).
5. El interceptor lanza un “medio destructor exoatmosférico”
También los interceptores se desprenden de las partes utilizadas en el impulso y sólo queda una estructura de 5 pies (1,5 metro), llamada “medio destructor exoatmosférico” o “vehículo de muerte”, que debe cazar en el espacio la cabeza del misil que se quiere destruir.
6. El medio destructor identifica la cabeza misilística
En esta fase, el sistema GMD utiliza los sensores que lleva el medio destructor, además de la orientación de los satélites y los radares, para distinguir la cabeza del misil entre los señuelos.
Fija entonces su trayectoria hacia el camino del misil.
7. El medio destructor hace impacto contra la cabeza misilística y la destruye
A partir de sus propulsores internos, el vehículo se orienta hacia la cabeza y al impactar contra ella la destruye antes de que pueda detonar el arma nuclear.
“En la prueba de mayo todo salió perfectamente. Pero las consecuencias de algo menos que perfecto serían catastróficas“, advirtió The Washington Post. Citó a Bruce W. MacDonald, ex subdirector de Seguridad Nacional en la Oficina de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca: “Si Corea del Norte lanzara seis ICBM contra los Estados Unidos y detenemos cinco de ellas, uno diría ‘Eh, cinco de seis, no está mal’. Pero si terminamos por perder Seattle… Uno se sentiría bastante mal aunque el sistema fue efectivo en más de un 80%, y a eso es a lo que nos enfrentamos”.
A partir del artículo citado (autores: Bonnie Berkowitz y Aaron Steckelberg) y con animaciones de The Washington Post.