
La cupé Fuego es uno de esos modelos inolvidables; un auto que de confeccionar una lista de grandes éxitos, tranquilamente se incluiría dentro de los Top 10 de Renault.
En nuestro país fue furor en las calles, donde enamoró con su belleza y estirpe deportiva; y también en las pistas, donde fue imbatible durante casi una década en el TC2000 de la mano deJuan María Traverso.
Pero, ¿qué fue lo que hizo tan especial a esta cupé? La Fuego repite una de las historias de autos que primero llegaron como importados y que después fueron fabricados en el país para conseguir el título de «inolvidables».

Entre tantos atributos destacamos que tenía un precio accesible para los amantes de los «fierros» y que fue el último gran deportivo de producción nacional.
La Renault Fuego fue presentado en el Salón de Ginebra de 1980 e inmediatamente comenzó a comercializarse en Francia y otros mercados europeos.
Al igual que sus predecesores, el estilo de la Fuego tomaba como punto de partida el diseño del sedán contemporáneo de la marca francesa, que en ese momento era otro peso pesado: el Renault 18.
Robert Opron y Michel Jardin fueron los creadores de la Fuego, básicamente porque fueron los encargados de modificar las líneas del R-18 para convertirlas en una atractiva y proporcionada cupé cuyo broche de otro era la caída de la cola tipo fastback, con una luneta templada en forma de cúpula.
Otro aspecto destacado de su figura eran las molduras de plástico acanaladas que recorrían casi todo el lateral del vehículo y el portón trasero.
En el frente, la trompa bien «puntiaguda» era parte de su secreto aerodinámico. Un coeficiente de penetración en el aire como el suyo (Cx 0,34) es excelente en cualquier vehículo, incluso en la actualidad. Por eso, a pesar de cumplir 40 años desde su lanzamiento fue un vehículo adelantado para su época.
Para lograr ese buen desempeño aerodinámico la Fuego tenía otros detalles, como las manijas externas de las puertas escondidas.
Ingresar en el habitáculo era un pasaporte al confort, ya que por dentro era amplia y ofrecía espacio para que cuatro pasajeros viajen cómodos y una buena capacidad de carga en el baúl.
Un año más tarde, la Renault Fuego comenzó a importarse a nuestro país, sabiendo desde la casa matriz que la Argentina es un país fierrero y que existe un gusto particular por los deportivos.
Los resultados demostrarían que no estaban equivocados. La Fuego fue muy bien aceptada y en 1982 comenzó su producción en la planta cordobesa de Santa Isabel.
La primera Fuego nacional fue la GTX, equipada con un motor 2.0 litros (1.995 cm3) que entregaba una potencia de 103 caballos de fuerza y estaba acoplado a una caja manual de 5 velocidades.
En 1986, un año después de haberse dejado de producir en Europa, Argentina lanzó la GTX II, que se caracterizó por contar con un nuevo tablero (el mismo que llevaba el Renault 18) y un nuevo diseño de llantas.
Esta actualización además sumó equipamiento: cierre centralizado con comando a distancia, un dispositivo poco común para un auto de esa época.
Un año más tarde llegaría el turno de mejorar su mecánica, reemplazándose el motor 2 litros por el M-2200 (2.2 litros de 116 caballos de fuerza).
El sistema de frenos pasó a ser a disco en las cuatro ruedas, con cálipers delanteros más grandes, mientras que las llantas pasaron de 13 a 14 pulgadas.
Estéticamente cambió la parrilla, mientras que la incorporación de la computadora de a bordo le dio un salto de calidad a su equipamiento. En ese momento el dispositivo aportaba ocho datos: velocidad promedio, distancia recorrida, consumo promedio, consumo instantáneo, indicador de temperatura exterior, nivel de combustible, autonomía y hora.
En noviembre de 1989 Renault presentó la cupe Fuego GTA, la segunda generación del modelo que fue desarrollada exclusivamente para la Argentina en un estudio de diseño de los Estados Unidos.
El último restyling fue lanzado en 1991 y se llamó GTA Max. Como novedades incorporó un volante de tres rayos, la tercera luz de stop y nuevas butacas, mientras que por fuera se mantuvo prácticamente intacta.
En 1992 Renault Argentina cesó la producción de la cupé Fuego, tras fabricar 19.952 unidades en Santa Isabel a lo largo de una década gloriosa. En todo el mundo se llegaron a producir 265.257.