
La falta de lluvias y la desecación del suelo por las altas temperaturas con las que finalizó agosto afectó a 300.000 hectáreas de trigo, a las cuales dejó en condición regular. Lo que estaba en juego, pasadas estas circunstancias era la sobrevida del número de macollos, que luego aseguren más espigas.
Con un 25% del cultivo empezando a encañar, estas precipitaciones podían frenar la pérdida de macollos y mantener las expectativas de altos rindes en la región núcleo. Por eso, los primeros días de septiembre marcarán “el hito” de este ciclo productivo.
Por zonas
De acuerdo a los datos de la entidad rosarina, agosto terminó sin lluvias, siendo el tercer mes del invierno con un comportamiento pluvial deficitario. Estas lluvias, además, fueron un evento muy oportuno para compensar el aumento de la demanda de humedad atmosférica, que ya era muy significativa en la franja mediterránea.

Sin embargo, no llegaron a todos por igual: el evento que comenzó el 1° de setiembre y se extendió hasta este jueves dejó zonas con montos muy importantes y otras en las que no sucedió lo mismo, aclaran desde el área de agrometeorología de la Bolsa.
El centro sur de Santa Fe junto al noreste de los departamentos de cordobeses de Marcos Juárez y Unión recibió entre 20 a 60 milímetros. Le sigue los alrededores de Rosario y las localidades cercanas a la costa del Paraná, el corredor que va de Rosario hasta Ramallo y Baradero, con 20 a 40 milímetros.
El ranking sigue hacia el oeste de Buenos Aires los milímetros bajan con montos de alrededor de los 10 milímetros. Guatimozín, en Córdoba, y Maggiolo y Rufino, en Santa Fe, han quedado con el marcador en cero.
En la región pampeana se destaca el excelente comportamiento de las lluvias en el centro sur de Entre Ríos y en gran parte del centro y noreste de Buenos Aires, dónde han superado los 30 milímetros.