
Especialistas en nutrición advierten que reunirse en una mesa festiva luego de dos años de pandemia puede ser contraproducente para la continuidad de una alimentación saludable y recomiendan aprovechar «los alimentos de estación, no solo para cuidar la calidad nutricional, sino también el bolsillo».
«A muchos nos pasa que exageramos en cantidades para las cenas del 24 y el 31 de diciembre, no falta nunca la picada, la entrada, el asadito o una pasta contundente, alcohol, postres varios y una sobremesa llena de dulces», explicó la licenciada en Nutrición, Natalia Vizioli.
La especialista, integrante del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, sugirió planificar las compras en base a la cantidad de comensales «aprovechando los alimentos de estación, no solo para cuidar la calidad nutricional de los platos sino también el bolsillo», en tanto aconsejó «armar una lista para comprar solo lo necesario» teniendo en cuenta una correcta conservación ante las altas temperaturas de verano.

De esta manera «podemos comer de todo pero ser selectivos y optar por lo que más nos gusta, usando platos chicos y también empezar a desestructurar un poco las comidas típicas y hacer platos más frescos y saludables» dijo Vizioli.
Los especialistas del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Bueno Aires, brindaron algunas sugerencias para pensar las comidas de fin de año, como evitar las típicas ensaladas con papa y mayonesa, como la ensalada rusa, habiendo tantas opciones frescas para estas noches de calor y «optar por verduras de hoja que combinadas con otras verduras de estación que aportan color y volumen».
En tanto, a la hora de la parrilla «decidirse por cortes de menor tenor graso, bajar la cantidad de achuras, chorizo y morcilla y sumar verduras para asar» y remarcaron que si bien el helado es un clásico a la hora del postre, las frutas de estación son una deliciosa y saludable alternativa: ananá, sandía, melón, frutillas, entre otras, que aportan agua, fibra, vitaminas y minerales. (InfoGEI) Mg