También estuvieron presentes el ministro de educación de la nación Dr. Jorge Rodríguez, el entonces gobernador de La Pampa, Dr. Rubén Hugo Marín, el ministro de obras públicas Nelson Agüero, el ministro de cultura y educación Luis Ernesto Roldán, el entonces intendente local Livio Curto, autoridades eclesiásticas, cuerpo directivo y docente, alumnos y comunidades educativas del medio y zonas aledañas.
Después del corte de cintas, recorrido del edificio por las autoridades, firma de libros y pergaminos, quedó definitivamente inaugurada la escuela 251, pero no con el propósito propuesto primordialmente (El doble turno) sino como una escuela común de segunda categoría (Con un sólo turno).
El presidente Carlos Menem llegó a Santa Rosa en Avión, desde allí se dirigió a Eduardo Castex en un vehiculo oficial acompañado por el entonces Gobernador de La Pampa, Rubén Hugo Marin y en la localidad fue recibido por el intendente Livio Curto.
«Para toda la provinicia fue un orgullo y más para Castex que por primera vez recibimos la visita de un presidente de la nación, mas allá del color político, era el presidente y la embestidura», nos señalaba Ídes «Nini» Martín, que por esos tiempos era la Directora Organizadora, «Yo estaba en Monte Nievas como directora titular y al salir la inscripción fui asignada a esa labor por contar con mayor puntaje.
«El día se presentó hermoso, la comunidad de Castex concurrió a pleno, a pesar de las discordias politicas que siempre había, el acto protocolar superó las expectativas, vinieron delegaciones de Victorica, Winifreda y Monte Nievas, las calles se llenaron de gente, había pancartas y muchas banderas argentinas».
«El acto se desarrolló por la mañana y se dio incio al ciclo lectivo de todo el país desde el pueblito de Eduardo Castex, así que después salimos en la televisón nacional y en los diarios por la visita del presidente», indicaba Martin.
«Días antes tuvimos que enviar como se iba realizar el acto a Ceremonial de La Pampa, de Nación y al personal de seguridad del presidente, nos revisaron hasta las macetas».
Ídes Martín recuerda esa jornada «Cómo un día muy emocionate, muy lindo y con un sol radiante».
