
En el mes de octubre, los consumidores pagaron, en promedio, $3,7 por cada peso que recibieron los productores de agroalimentos. Esto significa que los precios de las frutas, verduras, carnes y derivados aumentaron casi cuatro veces desde que salieron del campo hasta que llegaron a la góndola.
El dato surge del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Según este estudio, también cayó la participación del productor en el precio final, desde un 26,7% en septiembre a 24,7% en octubre.
El IPOD monitorea un total de 24 productos. En el caso de la canasta frutihortícola, el incremento fue mayor, ya que el consumidor pagó $5,4 por cada peso que recibió el productor. En la canasta ganadera la brecha fue de $3,1 por cada peso que se abonó en origen.

Los cinco alimentos que presentaron mayor diferencia fueron el limón (20,5 veces), la zanahoria (14), el zapallito (10,9), la naranja (8,3) y el pimiento rojo (7,7). Aquellos con menor brecha fueron la berenjena (2,9 veces), el tomate redondo (2,6), el pollo (2,4), los huevos (2,3), y la calabaza (1,7).
De acuerdo con CAME, en el caso del limón la marcada diferencia se debió a un exceso de oferta en la provincia de Salta. Por el contrario, la baja brecha de la calabaza se atribuyó a una disminución importante en la oferta por las sequías en Santiago del Estero y el granizo en Formosa y Chaco.