
La organización estuvo a cargo de la Fundación Aikido Argentina, con el apoyo de la Municipalidad local y la subsecretaría de Deportes, que prestó el tatami.
El Encuentro fue encabezado por el sensei internacional Juan Tolone, que tiene el séptimo dan (shihan). Por Santa Rosa, tomaron partes las escuelas de Yamamoto y el club Estudiantes, teniendo como sensei a Daniel Lucero, y en el club Argentino, con el sensei José Corral, y de la escuela del club de Sportivo Toay, que dirige Ceferino Coronel.
La actividad comenzó el jueves y finalizó el sábado al mediodía. Tolone brindó clases para todos los practicantes, y además se tomaron exámenes de graduación.

«Fue un encuentro nacional que se viene realizando todos los años, y se contó con practicantes de todo el país. El aikido se distingue de las demás artes marciales porque no se compite», explicó ayer Marcela Torales, que pertenece al grupo de Lucero.
Torales comentó que el aikido, como también le sucedió a las disciplinas deportivas, decayó un poco durante la pandemia del coronavirus, pero que después se recobró el entusiasmo. «El Aikido está creciendo. Esta disciplina se puede practicar desde los 4 o 5 años sin límite de edad. Hay gente que comienza a practicar a los 70. Lo puede practicar tanto una mujer como un hombre sin diferencias».
La no agresión.
Torales explicó que en el aikido se trabaja la no agresión al atacante. «Nunca se ataca ni lastima, se trata de neutralizar al atacante, esa es la filosofía de nuestro arte marcial».
Con respecto a las etapas por las que debe pasar un practicante, Torales dijo: «Lo primero que se enseña es a caer sin lastimarse, y quizás estas clases sean un poco aburridas. Pero después se pasa a las técnicas en japonés, siempre asociadas a la disciplina y la conducta».
«La filosofía del aikido es la superación personal, y al finalizar el año poder avanzar en graduaciones. En el aikido no existe la competencia ni las exhibiciones», sostuvo.
Fuente: La Arena Diario