“Los dichos del Presidente son una falta de respeto a la lucha de millones de mujeres en el mundo, son indignantes y demuestra una parcialidad absoluta al momento de leer la historia, las mujeres no somos mercancía que dependemos del equilibrio de la oferta y la demanda” comentó Gabriela Labourie, titular del organismo provincial.
Desde el organismo se indicó que es inadmisible que se menosprecie el rol que tuvo y tiene el feminismo como movimiento social y político que busca la igualdad de derechos. Al respecto la funcionaria provincial manifestó a la Agencia Provincial de Noticias que “lamentablemente, el Presidente parece desconocer las luchas feministas que dieron como resultado importantes y necesarios logros, como el voto femenino, la posibilidad de estudiar en la universidad, el divorcio, la participación política, la libertad de decidir, la salud sexual y reproductiva y el aborto seguro entre muchos otros derechos conquistados gracias a la fuerza de las mujeres. Lo más grave es que ignora la desigualdad estructural e histórica entre varones y mujeres que motiva la discusión de todos los temas abordados por el feminismo. Según su lógica, hombres y mujeres tenemos las mismas oportunidades, cosa que resulta ilógica si pensamos en los roles que se nos han impuesto desde un sistema heteropatriarcal”.
El feminismo es considerado por el organismo provincial como una pelea legítima por la justicia y la equidad que ha logrado avances significativos en materia de derechos humanos.
La secretaria agregó que “los comentarios despectivos realizados por el presidente Milei frente al mundo entero, demuestran una falta de comprensión sobre los fundamentos y logros del feminismo y un desinterés total por comprender la problemática. No nos sorprende, ya que durante la campaña dio acabadas muestras de su falta de empatía y desinformación al respecto, pero resulta indignante”, manifestó.
Estas declaraciones se suman a las medidas tomadas por el Gobierno nacional tanto en el DNU como en la “Ley Ómnibus”, todas ellas buscan desjerarquizar las áreas de género, desarticular equipos, eliminar la noción de “diversidad” y dar por tierra diversos programas de apoyo y acompañamiento a personas vulneradas en sus derechos.