Hasta los clics dañan la naturaleza: 4 horas de navegación por internet liberan 6,3kg de dióxido de carbono

En un mundo cada vez más conectado, la mayoría de nuestras actividades diarias dependen de la tecnología y del acceso a internet. A pesar de que la virtualidad parece algo abstracto y neutro desde el punto de vista ambiental, la actividad de los internautas produce en sí misma daños a la naturaleza, incluso si no están consumiendo nada.

Cada clic que hacemos en la web tiene un costo oculto: la impresión de una huella de carbono, la sustancia que más contribuye al efecto invernadero y al calentamiento progresivo de la Tierra.

Recientemente, las empresas tecnológicas Google, Microsoft, Meta y Salesforce anunciaron la creación de un fondo histórico para compensar los daños que provocan al ambiente. Es que un clic o un scrolleo en las redes es una acción que luce inofensiva para el planeta, pero las apariencias engañan. La cantidad de dióxido de carbono liberado por esos movimientos depende de diversos factores, como el tipo de dispositivo utilizado, la eficiencia de los centros de datos, la infraestructura de red y, por supuesto, la cantidad de tiempo en línea.

Un clic en una página web genera aproximadamente 1,76 gramos de dióxido de carbono (CO2), según una estimación de la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía (ADEME por sus siglas en francés). Para entender un poco más esto hay que dimensionar que 100 clics son 176 gramos y 1.000, 1,76 kilogramos de CO2 (esto podría disminuir con el empleo de energías renovables).

Según los registros consultados por ChatGPT, cada minuto de navegación en la web aporta un promedio de 15 clics. Si a ese cálculo se lo proyecta en cuatro horas, que es lo que un usuario promedio podría pasar en internet por día, da 3.600 cliqueos. La multiplicación de esa cifra por la cantidad de CO2 liberado por clic arroja el siguiente resultado: pasar un cuarto del día en la virtualidad produce aproximadamente 6,336 kilogramos de dióxido de carbono.