Las nevadas fuertes comenzaron después del 20 de junio en el extremo sur del país, con vientos en consonancia y muy bajas temperaturas que se hicieron sentir a lo largo de toda la geografía patagónica. Y que seguirán este domingo, de acuerdo a la actualización del Servicio Meteorológico que mantiene 19 provincias bajo alerta.
El frio extremo tuvo consecuencias extraordinarias. Así como hace unos días primero se congelaron las olas en la costa fueguina al norte de la ciudad de Río Grande, y luego las aguas de la cascada La Fragua en Neuquén, el fenómeno volvió a repetirse en esta última provincia.
Ahora ocurrió en la laguna Blanca, ubicada cerca de la ciudad de Zapala. Parte del espejo de agua amaneció congelado después de que en la zona los termómetros marcaran temperaturas de -14°.
Ante la extraordinaria situación, los guardaparques del Parque Nacional Laguna Blanca -uno de ellos, Fernando Zanona, tomó las fotos de la laguna congelada- recordaron a los visitantes que no está permitido ingresar y transitar sobre el hielo por razones estrictas de seguridad.
En Santa Cruz también se consiguen esas postales. Desde el cielo, los ríos lucieron como calles de algodón y la nieve convirtió en una odisea circular por las rutas y los caminos provinciales. Una situación que se viene repitiendo hace semanas, con dificultades para trasladar y alimentar al ganado ovino de la zona.
Las dificultades para acceder a algunas zonas de la estepa santacruceña dejaron aislados a tres trabajadores de una salina ubicada en la estancia Dos Lagunas, a unos 200 kilómetros de Río Gallegos, la capital provincial.
Los tres hombres trabajan embolsando sal, y ante la imposibilidad de que las máquinas de Vialidad puedan despejar el camino para llegar hasta el casco de la estancia, serán evacuados en helicóptero entre hoy y mañana.
El frío extremo que atraviesa la Patagonia preocupa al sector ganadero por la muerte de centenas de animales que quedaron atrapados por la acumulación de nieve. En varios lugares, efectivos militares colaboraron con vehículos todoterreno transportando alimento para los rebaños ovinos.
Mientras tanto, en la provincia de Chubut sigue la búsqueda de personas que desaparecieron en medio de nevadas. A uno de ellos, que se había perdido cuando regresaba de una salida de caza, lo encontraron este sábado con un severo cuadro de hipotermia.
El hombre se llama Maximiliano Ciri y no se sabía nada de él desde el miércoles, indicó el diario El Chubut. Había emprendido una jornada de caza en el campo, junto a su padre, pero al comenzar una fuerte caída de nieve decidió retornar a su casa. Se extravió y lo encontraron en las últimas horas con vida, con un cuadro de salud que obligó a internarlo en el Hospital de Camarones.
De quien aún no hay rastros es Luis Alberto Sea, el peón rural que está desaparecido desde el 18 de junio cerca del límite de Chubut con Santa Cruz. El hombre de 55 años salió en su camioneta Toyota Hilux desde Comodoro Rivadavia hacia su lugar de trabajo en la estancia Las Marianas, pero nunca llegó a destino.
El vehículo fue encontrado casi tapado por la nieve cerca de la localidad de Holdich, con las puertas cerradas con llave y sin rastros de Sea, que es intensamente buscado por la zona.
Y en Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, volvieron a congelarse las olas del mar. El movimiento del agua traía a tierra cristales de hielo que tintineaban en la orilla.
Fuentes y estanques congelados en la provincia de Buenos Aires
Por la ola de frío extremo regía desde el viernes un alerta naranja para el Gran Buenos Aires y un amplio sector del centro y este bonaerenses. Aunque también ciudades como Bahía Blanca, fuera del área afectada, dejaron postales de las bajas temperaturas.
Ocurrió en Bahía Blanca, que el viernes tuvo una mínima de 0,3 grados. En el amanecer de ese día, justo cuando comenzó a recrudecer el frío en Buenos Aires, los estudiantes y el personal de la Universidad Nacional del Sur fueron recibidos con una imagen gélida.
La fuente apostada justo enfrente de una de las sedes de la institución amaneció cubierta de hielo y con estalactitas.
Los bahienses siguieron tiritando este sábado: a las 5 la mínima fue de 1,4 grados, aunque la térmica se ubicaba a esa hora en -1,9 grados.
En el pintoresco Tornquist, en tanto, el frío congeló el lago de la plaza principal. Una fina película de hielo cubrió el agua líquida del estanque y, a primera hora del día, los patos no pudieron nadar: sólo les quedó caminar.
Peor la pasó Pergamino, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Esa localidad, vinculada al automovilismo, viene atravesando días marcados por el frío extremo. Este sábado las fuentes de la ciudad, como en Bahía Blanca, aparecieron congeladas.
No era para menos: el termómetro marcó 7 grados bajo cero a las 6 de la mañana. Recién a las 10 superó los 6 grados bajo cero y remontó hasta los 7 grados (sobre cero) a las 16.
Según medios locales, un registro récord para la ciudad.