La indigencia cayó al 4,4% en la provincia de La Pampa, y el gobernador, Sergio Ziliotto, lo atribuyó a las “políticas sociales focalizadas, en especial el refuerzo alimentario”.
“Tenemos esa utopía, algunos dicen irracionalidad de querer garantizar un plato de comida en cada familia. Sí, los vamos a hacer y cada día más eficiente”, sostuvo Ziliotto.
Se trata de uno de los índices de indigencia más bajos de la Argentina, ya que a nivel nacional ese indicador llegó al 18,1%.
En materia política, el peronismo pampeano se mantiene silencioso y prescindente respecto de la interna que disputan la expresidenta Cristina Fernández y el gobernador riojano Ricardo Quintela.
Ziliotto mantiene buenas relaciones con todos los sectores, pero sus prioridades son mantener el equilibrio interno, que es por definición inestable, y amortiguar tanto como sea posible los golpes de la administración nacional sobre los pampeanos.
En el marco de esa estrategia viene de salvar a las nueve sucursales que el Banco Nación tiene en la provincia del anunciado cierre, como represalia por el aumento de la alícuota de ingresos brutos, hecho que llegó a la agenda nacional.
Pero el segundo, de menor repercusión, es aún más importante. El Índice de Vulnerabilidad Social (IVS), elaborado por el ministerio de Desarrollo Social y auditado por la UNLPam, arrojó un 4,4 por ciento de indigencia en la provincia y 5,5 en Santa Rosa- Toay, el principal conglomerado urbano.
En materia social, el gobierno pampeano está concentrado en el Refuerzo Alimentario Focalizado Extraordinario (RAFE).
“Lo que hacemos es darle a los que necesitan y garantizar que esos recursos vayan a la compra de alimentos. Vemos la eficiencia de la política pública. Tenemos la garantía de que son datos ciertos. Hay un enorme trabajo”, indicó Ziliotto.