Representa también una oportunidad para visibilizar la importancia de todas las madres, padres, cuidadores, personal de salud, voluntarios y gobiernos, quienes tienen un rol fundamental para que las vacunas contra la polio lleguen a los niños y sus comunidades.
Hace 30 años, en agosto de 1994, la Región de las Américas fue certificada como libre de polio salvaje. Desde entonces, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) invitó a los países a sostener altas las coberturas de vacunación y fortalecer la vigilancia para mantener a las comunidades seguras ante el riesgo de un posible evento o brote.
El Gobierno provincial juega un papel crucial en estos esfuerzos, priorizando la salud pública y asegurando que todos los niños y niñas tengan acceso a las vacunas necesarias. Este compromiso refuerza la infraestructura sanitaria y las políticas inclusivas que protegen a la población pampeana.
Ana Bertone, directora general de Epidemiología, consultada por la Agencia Provincial de Noticias respecto a la importancia de la vacunación para controlar y erradicar enfermedades, señaló que “desde el Gobierno de La Pampa y a través del Ministerio de Salud se implementaron estrategias de Salud Pública que incluyen programas de vacunación accesibles y continuos, además de campañas de concienciación para que los padres y cuidadores comprendan la importancia de vacunar a sus hijos. También hemos fortalecido nuestros sistemas de vigilancia epidemiológica para detectar cualquier caso sospechoso de manera temprana y actuar rápidamente”.
Las vacunas salvan vidas
Bertone afirmó que “la importancia de la vacunación no puede ser subestimada. La poliomielitis es una enfermedad prevenible mediante vacunas y gracias a los esfuerzos conjuntos de gobiernos, personal de salud y la comunidad, hemos logrado avances significativos buscando su erradicación. Aún así, debemos mantener altas las coberturas de vacunación y fortalecer la vigilancia para asegurar que nuestras comunidades estén protegidas ante cualquier posible brote”.
Respecto a la importancia de completar los esquemas de vacunación la directora expresó, “la poliomielitis es un ejemplo de por qué las vacunas constituyen una estrategia priorizada en salud pública. Cada vacuna de calendario cubre una enfermedad que puede tener alta carga de enfermedad en las comunidades, cada vacuna es importante. De nada sirve tener un amplio calendario de vacunas si éstas no llegan a la población a la que están destinadas a proteger. Por eso lograr que cada persona tenga acceso a su vacuna es un desafío de cada día y es llevado adelante por un gran equipo de salud que se esfuerza para que ocurra, por una comunidad comprometida que acompaña. Insisto en reforzar la idea de que las vacunas salvan vidas cuando las personas tienen acceso a ellas”.
Sostener las coberturas
Haciendo referencia a la no ocurrencia de enfermedades Bertone indicó que “siempre es importante recordar a la comunidad, en especial a los más jóvenes, que a veces se naturaliza la inexistencia o “no ocurrencia” de enfermedades como diversos tipos de meningitis, sarampión, rubeola, hepatitis y hasta la misma poliomielitis que, si no se sostienen coberturas altas de vacunas, estas enfermedades remergen afectando a quienes debieron tener aplicadas las vacunas y a aquellos que se protegen por este valor de la inmunidad colectiva que protege a las personas que no se pueden vacunar”, concluyó la profesional.