Ladrones entraron a robar este domingo por la madrugada a un departamento de la zona norte de Santa Fe Capital y se llevaron un botín equivalente a 1.300.000 dólares, según consta en la denuncia a la que accedió Infobae.
El golpe fue ejecutado con máxima precisión, y los delincuentes lograron sustraer dinero y joyas mientras el dueño de la vivienda había salido, por lo que no medió violencia alguna en lo que duró el hecho.
El “escruche”, como se conoce esta modalidad de robo, sucedió en un apartamento del barrio 21 de Octubre, en las calles Pasaje Echague y Andía, en cercanías al hospital municipal “Dr. Gumersindo Sayago”. La víctima del asalto es un hombre de 56 años. Había salido en la noche del sábado y, cuando regresó al otro día, se encontró con que habían irrumpido en su casa.
La entrada principal del departamento estaba destruida y el interior de la vivienda completamente revuelto. La millonaria suma estaba escondida en un maletín que, a su vez, estaba guardado en una caja de cartón. Los delincuentes encontraron el dinero en uno de los cuartos, al que también accedieron luego de violentar la puerta.
Todo lo robado pertenecería a los ahorros de toda la vida del suegro de la víctima. Aunque no están claras las cantidades, una parte de lo sustraído era efectivo y lo restante se dividía entre oro, alhajas y joyas. Del domicilio también se llevaron la fuente DVR que contiene las grabaciones de las cámaras de seguridad que registraron a los delincuentes.
Al llegar, la víctima del robo llamó al 911 y al lugar arribó personal policial del Comando Radioeléctrico. Luego tomó intervención la Policía de Investigaciones de Santa Fe (PDI). De acuerdo a lo informado por fuentes del caso, los efectivos ubicaron cámaras de seguridad del barrio que podrían aportar información clave para identificar a los ladrones. Durante los peritajes también se reunieron algunas pruebas en el interior del departamento asaltado.
De momento no trascendió por qué la víctima tenía una suma tan grande guardada en su domicilio. Solo se conoció que en el mismo lote también funciona un comercio polirubro.
Por los primeros indicios que tienen los investigadores y la prolijidad con la que se ejecutó el robo, estiman que hubo una planificación previa e, incluso, no descartan que exista un entregador. Por ahora, todo es materia de análisis de la PDI, que hasta la tarde del domingo trabajó en el lugar de los hechos. Al frente de la causa está Ignacio Lascurain, de la Fiscalía Regional 1.