La emergencia se desató tras el desborde del canal Maldonado y el arroyo Napostá, producto de la caída de más de 300 milímetros de agua en apenas seis horas. Ante la magnitud del desastre, las autoridades locales no descartan que la cifra de víctimas fatales pueda aumentar en las próximas horas.
En este contexto, se insta a los vecinos a permanecer en sus hogares y evitar desplazamientos, salvo en casos de extrema necesidad. La situación también obligó al cierre del aeropuerto local, la evacuación del Hospital Penna y la suspensión de clases en todos los niveles educativos.
A nivel gubernamental, la Nación y la Provincia restablecieron el diálogo para coordinar el operativo de emergencia en la ciudad, mientras que Vialidad Nacional recomendó evitar la circulación en los accesos y rutas cercanas a Bahía Blanca debido al peligro latente que presentan las condiciones climáticas y los anegamientos.
Los equipos de rescate continúan trabajando incansablemente para asistir a los damnificados y evaluar los daños materiales provocados por el temporal. Se espera que, en las próximas horas, las autoridades brinden un nuevo informe sobre la evolución de la situación.
