A días del desastre, las calles de la ciudad siguen siendo testigos del caos. Grúas, palas mecánicas y equipos de limpieza trabajan sin descanso para despejar las calzadas y edificios anegados. Muchos comercios permanecen cerrados y la normalidad aún parece lejana.

El drama de la residencia Atardecer en General Cerri
En la localidad de General Cerri, una de las más afectadas por la inundación y donde aún persisten cortes de luz y agua, la residencia geriátrica Atardecer se vio particularmente golpeada. Rolando Ortega, uno de sus residentes, falleció ahogado. El edificio de una sola planta quedó devastado: ventanas rotas, camas metálicas sin colchones, escritorios con restos de medicamentos y productos de higiene abandonados.
Según testimonios de vecinos, los residentes fueron trasladados a centros de evacuación, siendo el más probable la central de Bomberos, que contaba con mejores condiciones para albergarlos. Posteriormente, el dueño de la residencia los reubicó en otras locaciones.

Residencia Sarmiento: tres víctimas y el desolador panorama en el centro de Bahía Blanca
En pleno centro de Bahía Blanca, la residencia Sarmiento, ubicada en la calle homónima al 650, registró la muerte de tres mujeres: Sara Rueda, Perla María Re Malena y Margarita Emma Egusquiza.
Las inmediaciones reflejan el desastre: calles cortadas, tráfico congestionado, olor a humedad y descomposición, volquetes llenos de escombros y barro. Voluntarios y personal de limpieza trabajan sin cesar, sacando baldes de barro del edificio y despejando habitaciones.
Según testimonios anónimos, en la residencia Sarmiento vivían unas 30 personas, que fueron evacuadas y relocalizadas con sus familias. No obstante, la falta de información oficial sobre lo ocurrido y los planes a futuro genera incertidumbre.
Trinidad Hayez, una vecina de 23 años que vive cerca, presenció el operativo de rescate el viernes. «Las palas y los camiones llegaron como a las 17 o 18 para llevar gente. El agua empezó a entrar en casa como a las 9, pero ya se veía en la calle. En las palas pusieron un sillón y los vecinos ayudaban a subir a la gente. Los abuelos estaban parados arriba de las mesas porque es todo una planta baja. Los que fallecieron estaban acostados, no los pudieron sacar», relató conmovida.
Residencia Abuela Graciana: dos muertes y una postal de la devastación
Otra institución golpeada por el temporal fue la residencia Abuela Graciana, en Las Heras 481. Allí fallecieron Estela María Regolf (por asfixia por sumersión) y Nilda Ernesta Schamberger (por ahogamiento).
El geriátrico ahora está vacío. Los vecinos, junto con voluntarios, trabajan intensamente para recuperar lo que se pueda de las viviendas aledañas. A través de los vidrios rotos en la entrada del edificio pueden verse sillas de ruedas abandonadas y un cartel fechado el viernes pasado que indica que los residentes fueron relocalizados.
La incertidumbre persiste: búsqueda de desaparecidos y demandas de información
El fiscal general de Bahía Blanca, Juan Pablo Fernández, informó que aún hay 94 personas no localizadas tras los reportes de sus familiares. «No se puede descartar que algunos de ellos no estén con vida, pero tampoco podemos afirmarlo ya que sería una imprudencia. Los vamos a buscar hasta encontrarlos, de la forma que sea», declaró.
En la ciudad, crece la sensación de que el número de fallecidos podría ser mayor al reportado oficialmente. La desesperación de los familiares y la falta de información clara sobre lo ocurrido en las residencias refuerzan la incertidumbre.
Mientras tanto, Bahía Blanca sigue tratando de sobreponerse. Con calles anegadas, hogares destruidos y familias enteras damnificadas, la solidaridad de los vecinos y el esfuerzo de los voluntarios se han convertido en la principal fuente de esperanza en medio de la tragedia.