El evento comenzó con las palabras de Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, quien instó al Estado a seguir garantizando «la restitución de la identidad de los nietos y nietas» desaparecidos durante la dictadura. «Luchamos para restituir la identidad a los cientos de bebés robados por la dictadura. La apropiación es desaparición forzada y hasta tanto no se conozca la verdadera identidad se sigue cometiendo», afirmó con firmeza.
Carlotto destacó que desde Abuelas han logrado resolver 139 casos y recordó que hace apenas dos meses lograron restituir la identidad de un nieto y una nieta que nunca habían sospechado de su origen. «Necesitamos de toda la sociedad para encontrarlos a todos. Nunca es tarde», expresó ante una multitud que colmó la Plaza de Mayo.
La acompañaron en el escenario referentes históricos como Elia Espen, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, quienes también brindaron emotivos discursos en memoria de los desaparecidos y en defensa de los derechos humanos.
El acto central concluyó con la lectura de un documento consensuado por todas las organizaciones convocantes. En él, se reivindicó la lucha de los 30.000 desaparecidos y se lanzaron duras críticas al gobierno de Javier Milei. «En el camino de los y las 30.000 seguimos levantando sus banderas de lucha contra la injusticia y la desigualdad y le decimos a Milei y a Villarruel: el pueblo unido jamás será vencido. Basta de despidos a los trabajadores del sector público y privado», expresaron con contundencia.
El contexto político sumó tensión a la jornada, ya que a primera hora del día, el Ejecutivo había difundido un video en el que ponía en duda la cifra de los 30.000 desaparecidos, lo que generó un fuerte rechazo de los organismos de Derechos Humanos y distintos sectores políticos y sociales.
A 49 años del golpe cívico-militar, la Plaza de Mayo volvió a ser el epicentro de una manifestación multitudinaria que reafirmó el compromiso con la memoria, la verdad y la justicia.
