
El traslado comenzó con una breve liturgia dirigida por el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, en la capilla privada de Santa Marta.
Allí se ofreció una oración de gratitud por los doce años de pontificado de Francisco, pidiendo a Dios que lo reciba en su Reino eterno y brinde consuelo a la Iglesia y al pueblo cristiano.
La procesión fúnebre, encabezada por el Colegio Cardenalicio, recorrió la Plaza de Santa Marta, pasó bajo el Arco de las Campanas y avanzó hasta la Plaza de San Pedro.

Más de 20.000 personas acompañaron con respeto el recorrido del féretro, que fue recibido con un aplauso sentido al ingresar a la Basílica.
Una vez dentro, el ataúd fue colocado frente al Altar de la Confesión, mientras el coro entonaba las Letanías de los Santos en latín, orando por el alma del difunto Papa.
Liturgia de la Palabra
El cardenal Farrell presidió a continuación una breve Liturgia de la Palabra, que incluyó la lectura del Evangelio según San Juan (17:24-26), donde Jesús habla del amor del Padre hacia Él y sus discípulos.
Tradicional himno mariano
El rito concluyó con el canto solemne del Salve Regina, tradicional himno mariano. Luego, los cardenales presentaron sus respetos ante el cuerpo del Pontífice, y seguidamente lo hicieron los fieles presentes en la Basílica. (InfoGEI)Jd