
Curutchet no solo calificó el pedido de Araya como «escueto», sino que aseguró que se trata de «una mera excusa para luego hacer lo que nos tiene acostumbrados: el show para algunos medios», según expresó en un documento oficial dirigido al cuerpo legislativo. Además, sin nombrarlos directamente, apuntó también contra los medios locales, vinculándolos a supuestas puestas en escena en el recinto deliberativo.
La intendenta fue más allá y, en un tono confrontativo, lamentó las acciones del concejal, acusándolo de responder a una forma de hacer política que, según afirmó, «no compartimos para nada». En su escrito, no dudó en tildar a Araya de “Showman”, cuestionando duramente su estilo opositor y su vínculo con la prensa.
El trasfondo del cruce tiene que ver con la obra de gas en una calle de Ingeniero Luiggi, donde Araya había exigido explicaciones sobre el uso de recursos y maquinaria, en un contexto donde tamién denunció públicamente que la gestión municipal priorizó obras en terrenos baldíos vinculados a a una funcionaria.

La respuesta de Curutchet mezcla detalles técnicos con ataques personales, y revela el nivel de tensión que se vive puertas adentro del municipio. “No somos todos lo mismo, aunque pretendan insinuarlo”, lanzó, en una frase que pareció más dirigida al electorado que a sus pares.
¿Transparencia o blindaje político? La novela entre Curutchet y Araya suma un nuevo capítulo, y promete más episodios.