
El ranking fue encabezado por la provincia de Buenos Aires, donde un propietario de un Peugeot 208 debe pagar $1.146.909 anuales, equivalentes al 4,72% del valor del automóvil. En segundo lugar se posicionó la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con $989.171 (4,07%), seguida por Río Negro y San Luis, ambas con un valor de $851.200 (3,5%).
La Pampa ocupó el quinto lugar entre las jurisdicciones más costosas, superando ampliamente el promedio nacional y posicionándose por encima de provincias como Chubut, Entre Ríos, Neuquén y Santa Fe.
En el otro extremo, Chaco se ubicó como la provincia con el impuesto automotor más bajo, con un monto anual de $145.771 (0,6%). Como contraste, el informe señala que en el estado de Florida (EE.UU.), patentar un vehículo cuesta solo 35 dólares anuales, lo que refleja una brecha de hasta 27 veces menos que en algunas provincias argentinas.

Desde la Fundación Libertad criticaron duramente el esquema tributario vigente: “El impuesto automotor en Argentina es un despropósito. Las provincias deben acompañar con el esfuerzo fiscal”, remarcaron.
El informe vuelve a poner en discusión el peso de la carga impositiva provincial sobre los propietarios de vehículos, particularmente en contextos de alta inflación y retracción económica.