“Siempre respondimos a todos sus pedidos. Me parece bien que consulte, que se quiera interiorizar”, expresó Imirizaldu, en relación a las inquietudes del edil. Sin embargo, aclaró que no considera que haya mayores explicaciones pendientes: “No tengo mucho para decir porque está todo dicho”.
En cuanto a los cuestionamientos sobre su presunta propiedad de terrenos donde se proyectaban obras, fue enfática: “Que yo tenga terrenos y quiera hacer la obra de gas no es un problema. No sé si lo es para él. No me estoy escondiendo detrás de nadie. Son terrenos comprados hace años, no eran municipales y no me los quedé”.
Sobre la asignación de prioridades para las conexiones de gas, la directora señaló que el criterio es por orden de ingreso: “Cada persona que va al municipio y confirma una obra es la prioridad número uno, la siguiente es la número dos. Nadie tiene privilegios. Incluso, en mi caso, mi terreno se intervino después, porque priorizamos a vecinos que ya vivían en el lugar”.
Respecto a la empresa municipal Gastex, Imirizaldu aseguró que “está dando los resultados que esperábamos. Estamos muy contentos”. Detalló que incluso han presentado presupuestos en otras localidades: “Ya presupuestamos en otro pueblo y estamos esperando confirmación. Además, tenemos una obra confirmada y estamos a la espera del acta de inicio”.
También hizo un balance del recorrido de la empresa: “Cuando arrancamos hubo un boom de pedidos, lo que nos generó algunos retrasos, pero fuimos aprendiendo a manejarnos con empresas como Camuzzi. Ahora, tenemos una estructura administrativa en el municipio y personal técnico que se adapta según la magnitud de las obras”.
Finalmente, subrayó que el funcionamiento de Gastex “permite avanzar con obras todos los años” y que pese al freno en la demanda por parte de vecinos, “el trabajo sigue y estamos preparados para retomar con fuerza cuando se reactive el interés”.
