
La propuesta incluye un incremento del 3,2 % a partir de mayo y un 4 % desde julio, ambos acumulativos. En el primer cuatrimestre del año ya se había otorgado un aumento del 21 %, mientras que la inflación acumulada entre enero y abril alcanzó el 12 %, consolidando una mejora sostenida del salario real.
Desde el Gobierno destacaron que todos los empleados públicos, tanto los que no tienen cargas de familia como los que sí, seguirán percibiendo haberes por encima del umbral de la Canasta Básica Total definida por el INDEC, garantizando ingresos por encima de la línea de pobreza.
La administración provincial subrayó el «enorme esfuerzo» que implica esta política salarial, especialmente en un contexto de restricciones presupuestarias agravadas por «las medidas macroeconómicas y la quita de recursos por parte del Gobierno Nacional».

“La propuesta reafirma el compromiso de sostener y mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores del Estado, verdaderos pilares de un sistema que presta servicios esenciales y dinamiza el consumo interno”, señalaron desde el Ejecutivo.