
Ros, de 46 años, será alojado en un centro de detención de la provincia pampeana, donde deberá cumplir la pena de ocho años de prisión que le fue impuesta por un abuso cometido en 2012. El caso conmocionó a la sociedad local: en la madrugada del 8 de abril de ese año, tras el cierre del boliche “Babilonia” —del cual era propietario—, Ros llevó a su domicilio a dos adolescentes junto a un empleado del local, y allí consumó el abuso sobre una de las jóvenes, de 16 años. La sentencia subraya que la víctima se encontraba en un estado de vulnerabilidad por la ingesta de alcohol, lo que limitó su capacidad de defensa.
La condena fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación a fines de 2017, pero Ros logró mantenerse en libertad hasta enero de 2018, cuando se fugó antes de que se pudiera concretar su detención. Permaneció prófugo durante cuatro años, hasta que el 22 de marzo de 2022 fue detenido por la policía pampeana cuando salía de un hotel en la localidad de Rivera-Santana, en la frontera entre Brasil y Uruguay.
El proceso de extradición se dilató debido a que, en el momento de la detención, no se había informado oficialmente a Interpol ni a las fuerzas de seguridad uruguayas y federales argentinas. Además, durante su reclusión en Montevideo, Ros presentó diversos recursos legales que postergaron su traslado.

Con la resolución favorable de la Justicia uruguaya, se cierra un extenso capítulo judicial y comenzará finalmente el cumplimiento de la condena impuesta por los tribunales pampeanos.
Con información de El Diario