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Inmenso pesar por el fallecimiento de Ana María Macagno, la primera reina castense de la Fiesta Provincial del Trigo

Una profunda tristeza envuelve a la comunidad de Eduardo Castex tras conocerse este miércoles la noticia del fallecimiento de Ana María Macagno, una mujer que marcó un hito en la historia cultural y política local. Fue la primera castense en ser coronada Reina Provincial del Trigo en el año 1963, y esposa de Ricardo Perello, histórico fundador del Comité Radical de la localidad.

Ana María no fue solo un símbolo de belleza y juventud en una época de gran transformación social, sino también una mujer de fuerte carácter y convicciones, que acompañó activamente la militancia política de su esposo durante los años más desafiantes del retorno democrático en Argentina.

Su historia se entrelaza con la de la Fiesta Provincial del Trigo, un emblema de la identidad pampeana. En 1962, tras la sanción de la ley provincial N° 236/62, la tradicional celebración adquirió rango provincial. La primera reina de esta etapa fue Nilda Alicia Slabs, de Bernasconi, en 1962; pero fue al año siguiente cuando Ana María Macagno, representando a Eduardo Castex, fue elegida como la primera reina castense de la flamante Fiesta Provincial del Trigo.

Quienes la conocieron destacan su entrega silenciosa, su compromiso con el prójimo y su presencia constante en la vida institucional del radicalismo castense. Fue una mujer que defendió ideales, que acompañó a su marido en la construcción del espacio político local, y que siempre estuvo atenta a las necesidades de su comunidad.

“Ana María militaba cuando no era fácil hacerlo, cuando ser mujer y radical implicaba una doble batalla. Era una mujer de carácter, pero con una calidez humana enorme, muy cercana a la gente”, expresaron con emoción allegados a su entorno familiar y político.

En sus últimos meses, Ana María se encontraba internada en Buenos Aires, donde fue tratada por una enfermedad que lamentablemente no pudo superar. Su partida ha dejado una huella profunda en quienes compartieron con ella momentos de lucha, celebración y compromiso ciudadano.

El legado de Ana María Macagno trasciende los títulos y los reconocimientos. Quedará en la memoria de Eduardo Castex como una mujer pionera, valiente, y profundamente humana. La comunidad la despide con respeto y gratitud.