La aeronave siniestrada, una Tecnam de una escuela privada, era piloteada por Tomás Archo, de 39 años y oriundo de Villa La Angostura, quien volaba junto a Lucas Lancelotti, vecino de Pilar. Ambos resultaron ilesos y fueron trasladados al hospital local por prevención, donde recibieron el alta tras los chequeos médicos de rigor.
El toro, un ejemplar de raza Aberdeen Angus colorado, murió en el acto. Según fuentes locales, el animal había ingresado al predio del aeroclub tras romper un alambrado de siete hilos, un cerramiento más resistente que el habitual. Se presume que el animal habría cruzado desde un campo vecino en busca de alimento.
“El campo vecino tiene muy poco pasto, mientras que de nuestro lado hay pasto y agua. El toro, posiblemente por hambre, rompió un alambre de siete hilos para cruzar. No es un alambre común”, explicó Sebastián Benítez, presidente del Aero Club, en diálogo con Radio Chivilcoy. Además, aseguró que el alambrado había sido revisado ese mismo día.
El impacto se produjo durante la etapa final del aterrizaje, conocida como “flare”, cuando el avión reduce su velocidad justo antes de tocar tierra. La avioneta sufrió daños en una de sus alas y se desplazó de costado, aunque sin llegar a volcarse.
Tras el incidente, se activaron los protocolos de seguridad y se iniciaron investigaciones para evaluar el estado del cerco perimetral del aeroclub y determinar posibles responsabilidades del propietario del campo lindero.
