
Según informó El Diario, el conductor —quien ya tendría antecedentes por infracciones similares— fue detenido por personal policial durante un control rutinario. La delegación de niños se dirigía hacia la capital pampeana para participar en un encuentro deportivo de fútbol.
La situación generó alarma e indignación, ya que la imprudencia del chofer puso en riesgo la integridad de los menores. Tras detectar la infracción, las autoridades retuvieron el vehículo y los pasajeros quedaron momentáneamente varados hasta la llegada de otro conductor de la misma comuna, quien se hizo cargo del traslado. Ambos choferes serían empleados municipales.
Gracias a la rápida intervención de las fuerzas de seguridad, el viaje pudo reanudarse sin inconvenientes mayores. No obstante, el episodio desencadenó una fuerte controversia sobre los mecanismos de control interno de la Municipalidad de Winifreda, particularmente en lo que respecta a la asignación de responsabilidades y los protocolos de seguridad en el transporte de menores.

La gravedad del caso se profundiza al conocerse que el chofer involucrado no sería ajeno a este tipo de conductas, lo que pondría en cuestión la falta de medidas disciplinarias por parte del municipio. La reincidencia del trabajador y la permisividad institucional elevan la preocupación social y política en torno a la seguridad vial y el cuidado de la niñez.