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La Pampa defendió la continuidad de las obras de saneamiento y alertó por el impacto social del ajuste nacional

La provincia de La Pampa defendió la necesidad de mantener activas las obras de saneamiento y advirtió sobre el impacto social que genera su paralización, en el marco del XXVIII Congreso Nacional del Agua (CONAGUA), desarrollado bajo el lema “Gobernar el agua en un país federal: claves para acordar una estrategia compartida”.

El encuentro, considerado el foro técnico-científico y de gestión hídrica más importante del país, se realiza cada dos años desde 1963. En esta edición, la organización estuvo a cargo del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, el Consejo Federal de Inversiones, la Universidad Nacional de Mar del Plata y el Centro Interdisciplinario de Investigaciones Aplicadas al Agua y el Ambiente (CIIAAA), luego de que el Gobierno nacional decidiera no llevarlo adelante, rompiendo una tradición de seis décadas.

Durante dos jornadas, especialistas, funcionarios, académicos, organizaciones sociales y representantes del sector privado debatieron sobre los desafíos hídricos en un contexto marcado por el cambio climático, los eventos extremos y la creciente presión sobre los recursos. Hubo conferencias magistrales, paneles y mesas de trabajo sobre gobernanza, riesgos hídricos, infraestructura sostenible, juventudes y ambiente, integridad y transparencia, y políticas públicas en clave federal.


“La dignidad no se negocia”

La delegación pampeana estuvo encabezada por el ministro de Obras y Servicios Públicos, Alfredo Intronati, junto al administrador del Agua, Fabricio González Martín; el secretario de Recursos Hídricos, José Gobbi; profesionales especializados y el intendente de Algarrobo del Águila, Oscar Gatica.

En su exposición, Intronati cuestionó la disolución del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENHOSA) y detalló que La Pampa tenía convenios para 20 obras con una inversión comprometida de casi 17 mil millones de pesos.

“El Gobierno nacional solo cumplió con el 18% de lo prometido. El 82% restante lo puso la Provincia. No se puede dejar a medias una obra de saneamiento: las calles abiertas, los barrios intervenidos, las familias esperando. No se puede jugar con la salud ni con el bienestar de la gente. Cuatro obras fueron abandonadas por la Nación y en las otras dieciséis se suspendieron los pagos. Nosotros elegimos seguir, manteniendo cientos de puestos de trabajo registrados y evitando un daño social mayor”, afirmó.


El impacto social de las obras “que no se ven”

Las obras de saneamiento, invisibles a simple vista, son claves para:

  • Proteger la salud pública evitando la contaminación del suelo y las napas.
  • Garantizar agua potable segura mediante acueductos, cisternas y redes.
  • Prevenir daños ambientales con sistemas pluviales y canales de drenaje.
  • Sostener la economía local manteniendo empleos y cadenas de valor.
  • Reducir desigualdades territoriales, beneficiando a localidades pequeñas y alejadas.

González Martín subrayó que la OMS considera al saneamiento una de las infraestructuras más valiosas para el desarrollo, aunque socialmente poco reconocida. “Son obras complejas, de ejecución lenta y sin margen para errores, pero determinan la salud y el crecimiento ordenado de cada comunidad”, señaló.

En La Pampa, su continuidad permitió responder a emergencias sanitarias, ampliar redes de agua potable, incorporar cisternas, limpiar y ampliar canales, y ejecutar desagües integrales en zonas críticas.


Defensa del rol federal

El Gobierno provincial remarcó que organismos como ENHOSA son “insustituibles” por el sector privado, debido a la magnitud y planificación que requieren este tipo de proyectos. “Invertir en saneamiento es invertir en dignidad, salud y equidad territorial. No se trata solo de una obra, sino de pensar la ciudad como un sistema”, sostuvo Intronati.


Alerta por vaciamiento institucional

El secretario de Recursos Hídricos, José Gobbi, advirtió que el vaciamiento de organismos como el CONICET, las universidades y el Instituto Nacional del Agua limita la generación de datos técnicos imprescindibles para la gestión.

“Sin información confiable no se puede administrar lo que no se conoce. La pérdida de técnicos, investigadores y proyectos impacta directamente en la gestión territorial y en la administración de los recursos hídricos interjurisdiccionales, donde la Nación tiene un rol central e indelegable”, expresó.

Gobbi instó a fortalecer los comités de cuenca para impulsar una gestión conjunta de los recursos hídricos compartidos y garantizar su uso equitativo y eficiente.