
En ese marco, informó que se destinaron más de 3.800 millones de pesos para la reconstrucción, de los cuales el 88% se orientó al sector productivo. Todos los fondos cuentan con trazabilidad total y fueron auditados por el Tribunal de Cuentas. El circuito de control financiero fue diseñado con el asesoramiento de la consultora Ernst & Young, mientras que la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO) fiscalizó los pagos de cada expediente ejecutado.
“Estamos atravesando el post catástrofe, una situación que todavía nos genera angustia e incertidumbre. Requiere un enorme esfuerzo de planificación y de compromiso del gobierno de la provincia de Buenos Aires y del Gobierno Nacional, además de atender las urgencias que los bahienses tienen”, señaló Susbielles.
El intendente remarcó que este proceso “va a requerir de una exigencia de los bahienses y de quienes estén sentados en mi silla, la silla que es de los vecinos de Bahía Blanca, para que le exijan a los gobiernos provinciales y nacionales venideros las obras públicas que la ciudad necesita”.

El temporal del 7 de marzo provocó graves daños en la infraestructura urbana, afectó viviendas y comercios, y dejó un fuerte impacto económico y social que, según las estimaciones oficiales, tardará más de una década en ser superado.