
Según la compañía estatal, los paros gremiales —programados entre el 22 y el 30 de agosto en diferentes franjas horarias— afectan un servicio esencial y comprometen el normal funcionamiento del sistema aeronáutico. “Si un vuelo no despega en el horario establecido, tampoco cumple con su arribo ni con el regreso previsto, impactando en todas las operaciones sucesivas”, señaló la empresa.
Negociaciones sin acuerdo
EANA informó que participó en 17 audiencias de negociación con representantes gremiales y autoridades laborales, pero aseguró que no se logró consenso debido a “la postura intransigente” de ATEPSA. La empresa sostuvo que presentó diversas propuestas, incluyendo un aumento salarial del 15%, rechazadas por la conducción sindical.
Críticas a la dirigencia gremial
En un comunicado, la empresa denunció que la entidad gremial busca “extorsionar y coartar las libertades de los argentinos”, generando “una tensión innecesaria” en el sistema aeronáutico que afecta tanto a tripulaciones como a pasajeros. Además, advirtió que ATEPSA no representa a la totalidad de los trabajadores de EANA y que el accionar de su cúpula sindical “está provocando una desafiliación masiva en todo el país”.

Medidas y consecuencias
Las medidas de fuerza previstas por ATEPSA se extenderán durante cinco jornadas, con seis horas diarias de afectación del servicio. Desde EANA remarcaron que la decisión sindical responde a “intereses particulares y partidarios” y que expone a los usuarios a condiciones no deseadas.
Con un tono crítico, la empresa concluyó que “la casta sindical aeronáutica extorsiona una vez más tomando de rehenes a los propios empleados de EANA y a los argentinos al restringir la posibilidad de volar con normalidad”.