La historia del cuerpo se remonta a 1945, cuando un grupo de jóvenes santarroseños, capacitados por oficiales de la Policía Territorial y con el respaldo de la sociedad local, formó el primer contingente de bomberos voluntarios. Ocho décadas después, esa semilla dio lugar a una división profesionalizada que hoy posee especialidades en incendios, explosivos, rescate vehicular, rescate con cuerdas, rescate acuático y manejo de materiales peligrosos.
Durante el acto se entregaron reconocimientos a efectivos en actividad y en retiro que marcaron la historia de la institución. Además, se formalizó la entrega de nuevo equipamiento de protección personal, especialmente diseñado para la intervención en escenarios con explosivos, lo que fortalece la seguridad de quienes asumen riesgos en cada servicio.
El jefe del Cuerpo, Ricardo Coyado, destacó el compromiso y la vocación de las y los bomberos, al tiempo que subrayó la importancia de contar con recursos modernos para enfrentar las emergencias actuales.
Por su parte, el jefe de la Policía, Claudio Cano, resaltó que el valor humano es el pilar de la institución: “El recurso más valioso que tenemos es nuestra gente, que se capacita día a día y se proyecta hacia nuevos desafíos. La historia del cuartel es también la historia de la sociedad pampeana, que siempre acompañó con su apoyo”.
En tanto, el ministro de Seguridad y Justicia, Horacio di Nápoli, enfatizó los valores que distinguen a las y los bomberos: “No cualquiera está dispuesto a dejar su casa para arriesgar la vida en favor de otra persona, sin saber con qué se va a encontrar. Eso habla de nobleza, solidaridad y compromiso”.
El funcionario también puso en valor la fortaleza emocional de quienes, luego de enfrentar situaciones límite, deben regresar a sus hogares y familias. “El cuerpo de bomberos es ejemplo de dignidad y valores que debemos transmitir. La sociedad pampeana debe sentirse orgullosa de contar con este capital humano, que nos enseña todos los días lo que significa el verdadero servicio público”, afirmó.
La conmemoración fue una oportunidad no solo para repasar ocho décadas de historia, sino también para reafirmar el profesionalismo, la vocación y el compromiso que identifican al Cuerpo de Bomberos de la Policía de La Pampa, guardianes de la vida y los bienes de la comunidad.
