
La actividad fue organizada por la Dirección de Desarrollo Integral de las Personas de la Municipalidad de Eduardo Castex y contó con la participación de algunos de los integrantes de los programas municipales como Eliminación de Barreras, Cumelén, Equinoterapia y el Taller de la Memoria, instituciones educativas y vecinos, quienes se sumaron al gesto colectivo de embellecer el espacio público y promover la conciencia ambiental.

Las palabras de Camilo Ordóñez
El director de Medio Ambiente, Camilo Ordóñez, ofreció un mensaje que resumió el espíritu de la propuesta: “Hoy no estamos colocando solamente un árbol, estamos sembrando futuro, esperanza y compromiso. La naturaleza siempre nos enseña: los árboles crecen hacia arriba buscando la luz, pero lo hacen con raíces profundas, que les dan la fuerza que necesitan. Nos recuerdan que también nosotros necesitamos raíces, valores, comunidad y lazos que nos sostengan para crecer con firmeza y alcanzar nuestros sueños”.

Ordóñez destacó la diversidad como símbolo de inclusión: “Las ramas crecen en distintas direcciones, como cada una de nuestras miradas, nuestras historias y experiencias que enriquecen a la comunidad. Y en sus hojas encontramos inclusión: cada una es diferente, pero todas son necesarias para que el árbol pueda vivir”.


Balance de un año de forestación
El funcionario detalló que este acto marcó la culminación de un proceso que se desarrolló durante todo el año:
- 321 nuevos ejemplares fueron plantados en diferentes sectores de la ciudad, entre ellos el Acceso Marín, el Sendero de las Especies, la Plazoleta Héroes de Malvinas, el camino de la salud René Favaloro y la cortina forestal del basurero municipal.
- El vivero municipal, único en toda la provincia, entregó además 78 fresnos, lo que elevó el total a 399 árboles en apenas un año.
Entre las especies incorporadas se encuentran cerezos de jardín, fresnos rojos, lapachos amarillos, espumilla, álamos piramidales, caldenes y barbas de chivo.

Una localidad con raíces sólidas
La jornada cerró con un mensaje colectivo de esperanza:
“Cada ejemplar que plantamos es una inspiración, un gesto que nos trasciende y que nos invita a crecer más unidos, más conscientes y más inclusivos. Que cada árbol sea recordatorio de lo que somos capaces de lograr juntos: una comunidad con raíces sólidas, con diversidad que nos enriquece y con sueños tan altos como la copa de estos árboles”.