
El estudio, titulado “Impacto de la Ley Bases en la delegación legislativa a la luz de la praxis en la Argentina”, fue elaborado por Alfonso Santiago, Luis Vivacqua, Verónica Nolazco y Alejandro Krüeger French, y evidencia que desde la entrada en vigencia de la Ley Bases se triplicó el uso de decretos delegados (DD) en comparación con etapas previas.
Delegación legislativa versus DNU
El informe señala que la delegación legislativa implica una habilitación expresa del Congreso que determina materia, bases y plazo, lo que le otorga mayor legitimidad democrática que los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Este instrumento, según los autores, es más compatible con un sistema republicano y una democracia constitucional, siempre que se respete el marco de la autorización legislativa.
El análisis cuantitativo abarca el período entre el 10 de diciembre de 2023 y el 8 de julio de 2025, fecha en la que venció la delegación conferida por la Ley Bases. Allí se evidencia que la falta de mayoría parlamentaria del oficialismo derivó en un aumento significativo tanto de DNU como de DD:

- Entre Macri y Fernández, los DNU crecieron 280,8% y los DD 254,1%.
- Entre Macri y Milei, los DNU aumentaron 61,7%, pero los DD 283,3%.
Durante la gestión de Milei, el promedio mensual de DNU alcanzó 4,22, mientras que el de DD llegó a 5,11, superando ampliamente los registros de gobiernos anteriores.
El coautor Luis Vivacqua, director ejecutivo del ODCL, explicó que “ante la falta de mayorías propias en el Congreso, es más factible lograr la aprobación de un decreto delegado que de un DNU, cuyos requisitos de validez son más estrictos”.
Radiografía de los decretos delegados de Milei
Entre diciembre de 2023 y julio de 2025, el presidente Javier Milei dictó 92 decretos delegados. Antes de la Ley Bases —sancionada el 27 de junio de 2024— se habían emitido solo 7, mientras que tras su aprobación se firmaron 85, de los cuales 70 derivan directamente de esa norma.
El 76% de los decretos dictados se concentra en materia económica y de administración pública:
- Comercio exterior y aduanas: 34,3%.
- Reestructuración y disolución de fondos públicos: 31,4%.
- Transformación del Estado (creación o disolución de organismos): 45,7%.
- Derechos humanos, empresas estatales y desregulación: 14,3%, 14,3% y 20%, respectivamente.
- Temas laborales y de seguridad social: 10%.
- Energía e infraestructura: 5,4%.
- Defensa y seguridad: 8,7%.
Estos datos muestran que el núcleo del programa de transformación del Estado impulsado por el Gobierno se ejecutó mediante decretos delegados, lo que supone un respaldo formal del Congreso a través de la delegación contenida en la Ley Bases.
Conclusiones del estudio
El ODCL destaca que el uso de decretos delegados triplicó al de DNU durante 2025, una situación que no se observaba desde 2010. Según Vivacqua, se trata de la tercera vez en la historia argentina que se registra esa proporción, tras los antecedentes de 2010 (bajo Cristina Fernández de Kirchner) y 2016 (con Mauricio Macri).
Los investigadores concluyen que la delegación legislativa se ha convertido en una herramienta central de la actual administración, utilizada para ejecutar su programa de reformas ante un Congreso fragmentado.
Finalmente, el informe subraya que, cuando se respetan los límites constitucionales, los decretos delegados son un mecanismo legítimo y preferible desde el punto de vista de la legitimidad democrática frente al uso de los DNU, cuya discrecionalidad ha sido más cuestionada históricamente.
El trabajo contó además con la colaboración de Fermín Olcese, Camila Klappenbach y Anita Doucet.