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27 niños castenses recibieron su Primera Comunión en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús

Eduardo Castex vivió este lunes 8 de diciembre una profunda jornada de fe con la celebración de la Primera Comunión de 27 niños, en una ceremonia que inició a las 9:30 horas en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús. La misa fue presidida por el Padre Juan Carlos Baigorria, acompañado por familiares, catequistas y una gran cantidad de fieles que colmaron iglesia para acompañar este momento tan esperado por los pequeños.

Durante la homilía, el sacerdote destacó el valor espiritual de este sacramento, que marca un hito en el camino cristiano de los niños, quienes por primera vez reciben la Eucaristía tras un largo proceso de preparación catequística.

La celebración local coincidió además con la solemnidad de la Inmaculada Concepción. El Papa León XIV, este lunes dirigió el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano, frente a miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

En su mensaje, el Pontífice expresó la alegría de la Iglesia en esta fecha porque “el Padre Celestial quiso a María íntegramente inmune de la mancha del pecado original”. Agregó que Dios le concedió un corazón puro en vista del milagro mayor: la venida al mundo de Cristo Salvador.

El Papa subrayó que la Gracia en María pudo dar fruto porque ella, en plena libertad, aceptó el proyecto divino. “El Señor siempre actúa así: nos concede grandes dones, pero nos deja libres para aceptarlos o no”, señaló.

Asimismo, invitó a los fieles a creer con la misma entrega de la Virgen, renovando cada día el propio “sí” a Dios a través de la oración, la humildad y las obras concretas de amor. Recordó que, así como el milagro de María sucedió en su concepción, para cada bautizado ese milagro se renueva en el Bautismo, cuando somos lavados del pecado original y hechos hijos de Dios.

La jornada en Eduardo Castex concluyó con emoción, fotografías familiares y los tradicionales saludos entre quienes acompañaron a los niños en este paso fundamental de su vida cristiana. Una mañana colmada de espiritualidad que reforzó el sentido comunitario y celebró la fe en una fecha de especial significado para la Iglesia.