
En las últimas horas, quedó detenido Pablo Parra, el joven inquilino del departamento en el que fue salvajemente asesinada la joven santarroseña.
La madre de la víctima, Silvana Capello, apuntó en numerosas ocasiones y desde el minuto uno a Parra en declaraciones ante la prensa, marchas y a través de sus redes sociales.
Si bien el detalle determinante para la detención del petrolero fue una prenda de vestir que estaba colgando sobre un alambrado que rodea su domiciloio, la cual contenía su rastro genético, hubo un indicio clave más.

Los investigadores pudieron comprobar que el auto de Pablo Parra circuló por la zona -su domicilio- entre las 19 y 20 horas, horario en el que se produjo el ataque. Parra sostuvo desde un principio que el había salido a hacer unas compras para la cena y al llegar encontró a Agustina en el piso, golpeada y convulsionando.
Desde el Ministerio Público Fiscal de Río Negro, advirtieron que “hace bastante tiempo que se lo estaba investigando” y la demora se debe a que los investigadores necesitaban tener “más pruebas y herramientas” al momento de formalizar la acusación.