
Casalegno, un pueblo santafesino del departamento San Jerónimo, a medio camino entre Rosario y la capital provincial, no suele ver su nombre en los medios de comunicación nacionales. Sin embargo, las elecciones realizadas este domingo entregaron un insólito episodio que atrajo las miradas de todo el país sobre sus 176 habitantes, pero especialmente sobre uno de ellos.
En las PASO de este domingo se enfrentaron la actual presidenta comunal, María del Luján Giménez, quien busca la reelección por el radicalismo dentro del frente opositor Unidos para cambiar Santa Fe; y Luis Miguel «Percha» Rodríguez, por el justicialismo en la alianza Juntos avancemos. El resultado llamó la atención: empataron en 69 votos, con tres en blanco, seis impugnados y uno recurrido. Sin embargo, hay más.
Un hombre se convirtió en accidental protagonista de esta historia. Se trata de Roberto Petrin, «El Tano», un hombre de 80 años nacido en Udine, en el noreste de Italia. Vino a al país siendo un adolescente y desarrolló una carrera en la industria láctea. Pese a no estar obligado, asistió a las urnas este domingo. Y su voto puede ser decisivo.

En Santa Fe, los sufragios de los extranjeros habilitados a participar en las categorías comunales se colocan en un sobre con la leyenda «Voto extranjero» y no se abren ni se cuentan en la mesa, sino en el escrutinio definitivo que hace el Tribunal Electoral en la capital.
Como el voto de Petrin no fue incluido en el conteo provisorio, cuando se abra su sobre, el único que dice «Voto extranjero», se definirá la elección primaria. Si bien el presidente comunal se elegirá en las elecciones generales del 10 de septiembre, esto trajo un dolor de cabeza al italiano, quien siente que «se vulneró su privacidad».
En diálogo con medios santafesinos, aseguró que le gustaría que se anule su voto para no quedar mal en un pueblo donde todos se conocen, y se sepa a quien apoyó con su sufragio.
Si bien no quiso decir por quién votó, remarcó a Radio 2 que no está «totalmente disconforme» con la gestión de Giménez. «Creo que hizo una buena gestión. Pero con ‘Percha’ tengo un poco más de amistad, ya que a veces nos juntamos a comer asado», concluyó.
El secretario electoral Pablo Ayala explicó que para conocer por quién votó el jubilado italiano se hará un procedimiento especial: se va a traer la urna a la sala de jueces y se va a hacer un segundo recuento, por las dudas no haya que desempatar.
De cara al futuro, el caso de Casalegno impulsó un cambio en la ley, que se modificará próximamente para evitar este tipo de «votos cantados». Se propuso que los sufragios extranjeros, cuando sean tan pocos, deban ingresarse junto al resto de los generales, para evitar que se sepa por quien se votó.