
Regiones de Europa, Asia y Estados Unidos atraviesan una ola de calor sin precedentes. El pasado fin de semana se registraron récords de temperatura en varios países asiáticos: mientras China llegó a una máxima de 52,2° en la provincia occidental de Xinjiang, Irán informó alcanzó una sensación térmica de 66,7°.
El fenómeno extremo se registró el domingo a las 12.30 del mediodía en el Aeropuerto Internacional del Golfo Pérsico. Se debió a la combinación de una temperatura del aire de 40° y una altísima humedad generada por las aguas del golfo.
«Esas son condiciones intolerables para la vida humana y animal», señaló en Twitter el meteorólogo y científico estadounidense Colin McCarthy. La sensación térmica de 66,7° aún está lejos del máximo histórico para el Golfo Pérsico, que llegó a 81° en Arabia Saudita el 8 de julio de 2003.

La ola de calor también está azotando los Estados Unidos y el sur de Europa, donde varias regiones registran incendios forestales descontrolados o cortes de energía. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) destacó que estos eventos resaltan la necesidad de tomar medidas firmes contra el cambio climático.
Este miércoles, la Agencia Estatal de Meteorología de España informó que la temperatura del agua en sus costas alcanzó un máximo histórico para esta época. La media fue de 24,6° a mediados de julio, unos 2,2° más de lo habitual para la temporada.
En Italia, la isla de Cerdeña registró máximas de hasta 46° centígrados durante la tarde del martes. Esta región podría romper un récord de temperatura europea si llegara a superar los 48,8° que se registraron allí en 2021, advirtió la OMM.
El secretario de la OMM, Petteri Taalas, destacó que los fenómenos meteorológicos extremos «tienen repercusiones en la salud humana, los ecosistemas, la economía, la agricultura, la energía y el abastecimiento de agua. Esto subraya la creciente urgencia de reducir las emisiones de efecto invernadero».
El profesor en Meteorología Akshay Deoras, de la Universidad inglesa de Reading, explicó a Sky News que las olas de calor siempre existieron, pero el cambio climático las hace más intensas y frecuentes.
«Las temperaturas que esperamos en partes del sur de Europa en los próximos días son las que normalmente tenemos en los desiertos tropicales o países tropicales como India, Pakistán o el Medio Oriente durante el verano», destacó.