Nota de opinión: Ziliotto federal (*)

El reciente encuentro de Jefas y Jefes Comunales en la localidad de Winifreda, junto al primer mandatario pampeano –que debería ser anual, con relevamiento de datos e información sistematizada-, no es un encuentro más. Es la ratificación clara y contundente de un estilo de gestión, pensado para fortalecer la participación de los mismos en la elaboración de las políticas públicas que deben llevar el bienestar y desarrollo a todas y todos los pampeanos, particularmente en contextos adversos.

Siguiendo la tradición implantada por la Línea Plural –y su fundador Carlos Verna-, con dicha acción el Gobernador Sergio Ziliotto (FREJUPA) profundiza y extiende los términos de la Ley Provincial de Descentralización N° 2358/07, democratizando el acceso a la toma de decisiones sobre la administración de la cosa pública, especialmente en un contexto disruptivo y adverso económica, social e ideológicamente hablando, al planteado por el gobierno nacional en la actualidad.
Lejos de desoír lo expresado por el mandato popular en las últimas urnas, Ziliotto acusa recibo y convoca a los representantes directos y locales de esos demandantes, para escucharlos, dialogar y elaborar respuestas prioritarias, en el marco de un escenario complejo, pero no imposible de abordar cuando se tiene experiencia de gestión e ideas claras sobre su proceder político. Ese plus, tranquiliza al ciudadano.
Tengamos en cuenta que en esas reuniones, todos los temas están sobre una Mesa Técnica de Gestión: economía, producción, empleo, salud, educación, seguridad, energía, conectividad, ambiente, innovación, desarrollo humano y vivienda, entre tantos otros. Allí no hay lugar para improvisaciones o mensajes confusos, todo adquiere una lógica enfocada en alcanzar la efectividad de las políticas públicas propuestas, en un marco de “seriedad, equidad y estabilidad”.
Abriendo el juego, el Gobernador se nutre de legitimidad política y administrativa, ya que sin ningún tipo de preferencia ideológica, todos los y las representantes locales, participan por igual del proceso decisorio sobre el destino mismo de sus pueblos y sus gentes. Así, la primera libertad hecha realidad consiste en ser escuchados, con empatía, sin medias tintas, con el único objetivo de administrar con responsabilidad ese poder conferido de manera transitoria desde el pueblo al Estado. Es la seriedad de la profesión política, la garante de esa equidad social y estabilidad administrativa, tan anheladas en éste momento de incertidumbre.
Por todo ello, La Pampa siempre se ha destacado en el concierto nacional como una entidad institucional seria, efectiva, responsable, proactiva, ordenada; un conjunto de valores propios llevados a la acción concreta, que no han sido ajenos al interés de sus representados, por ello el signo político de gestión no se ha modificado en cuarenta años. Unos y otros se han sentido identificados con un proyecto colectivo, una idiosincrasia orientadora y una pertenencia en construcción constante. La “pampeanidad” y el federalismo no son un cuento en La Pampa, son una realidad que se milita con acciones superadoras, en todos los ámbitos y sin exclusiones.
El Gobierno Nacional, de pertenencia ultra-liberal –en las antípodas del ser justicialista-, seguramente capitalizará esta realidad previa que eleva a La Pampa institucionalmente, como un modelo de gestión probado y aprobado, ¡con muchos desafíos claro!, pero funcionando efectivamente en pos del desarrollo de su pueblo. Ese será el as en la manga de nuestro gobernador, una trayectoria digna de ser mostrada y defendida, legitimada ampliamente por sus gestores locales y representados, moderna y eficaz, más allá de los climas de época y de los sellos partidarios existentes. Un aporte constructivo y en paz, pensado en el desarrollo y bienestar de todos.-

*Prof. Silvio J. Arias