Una de las principales empresas fabricantes de cosechadoras del país, Vassalli Fabril, pasará de manos de Esteban Esquenazi a Eduardo Jorge Marsó, un emprendedor avícola de la provincia de Entre Ríos.
Según trascendió, el valor de la transacción ronda los US$8 millones. En 70 años de historia, la compañía santafesina entregó más de 40.000 unidades.
“Con mucha satisfacción, les comunicamos la conclusión exitosa de la venta de la totalidad de las acciones de Vassalli en manos de Eduardo Jorge Marsó y su familia, quienes toman la conducción de la empresa a partir del día de la fecha”, comunicaron desde la firma, que en plena pandemia de 2020 había sido adquirida por Esquenazi.
“Adquirimos una empresa argentina de cosechadoras de la envergadura de Vassalli que se encontraba no operativa y apostamos a su reapertura y puesta en marcha. Durante los últimos años, afrontamos diversos y complejos escenarios económicos, regulatorios y climáticos que afectaron su funcionamiento fuertemente, pero siempre estuvimos convencidos de su enorme potencial y la calidad de su gente”, dijo Esquenazi.
Marsó es propietario de la empresa avícola Las Camelias, que produce, procesa y comercializa carne de pollo desde la localidad de San José, en Entre Ríos.
La fábrica de maquinaria ubicada en Firmat, Santa Fe, con cerca de 300 empleados que actualmente se encuentran de vacaciones y con los salarios al día, es dirigida desde este martes por Roberto Cinelli, un ex directivo de la compañía durante la década del 90, quien asumió el cargo de Gerente General.
Fundada por don Roque Vasalli en 1949, la emblemática empresa santafesina revolucionó la agricultura con una cosechadora para maíz en 1951 y llegó a vender hasta 1000 unidades por año en 1960, su época de mayor esplendor.
A fuerza de innovación se mantuvo siempre en la vanguardia de la maquinaria agrícola y entregó a lo largo de su historia más de 40.000 unidades, pero a fines del siglo pasado debió afrontar una quiebra y tuvo momentos de parate de actividad.
En marzo del año pasado, Vassalli había suspendido las nuevas ventas y se dedicó a fabricar 39 máquinas comprometidas, de las cuales, quedaba una sola hasta noviembre pasado.