Achaparramiento del maíz, enfermedad endémica que afecta el rendimiento (*)

"En Argentina, la enfermedad es causada principalmente por la bacteria S. kunkelii, denominado comúnmente -Corn stunt spiroplasma-, un patógeno sistémico que alcanza todas las partes de la planta", señala la ingeniera agrónoma Romanela Lis Macagno

Spiroplasma en maíz

El complejo de achaparramiento del maíz o Spiroplasma es producido por un complejo de 3 patógenos: Corn Stunt Spiroplasma del achaparramiento (CSS), Fitoplasma  del achaparramiento (Maize Bushy Stunt, MBS) y Virus del rayado fino (MRFV). Estos pueden aparecer en forma individual o combinada, aunque CSS es el de mayor frecuencia de aparición en Argentina, con presencia en 1 millón de has.

La enfermedad es transmitida por la “chicharrita” Dalbulus maidis: un hemíptero de 3-4 mm de apariencia traslucida y color amarillo, con las alas más largas que el abdomen de color crema y dos puntos oscuros en el vértice de la cabeza. 

Periodo crítico y sintomatología:

El período de mayor susceptibilidad es entre emergencia y V12, la infección durante esta etapa puede producir reducciones del rendimiento de hasta 70%.  Sin embargo, los síntomas no se hacen visibles hasta avanzado el ciclo, hacia R4.

El patógeno obstruye los vasos del floema, afectando el movimiento de foto asimilados desde las hojas hacia los puntos de activo crecimiento, raíces y granos en formación, generando trastornos fisiológicos y nutritivos. Estos se traducen en síntomas como las típicas estrías cloróticas que comienzan desde la base de la hoja y avanzan hacia la parte media, coloración rojiza de las hojas, acortamiento de entrenudos superiores, múltiples espigas e infertilidad de las mismas, daño en el sistema radicular y una interrupción del llenado de granos.

Manejo de la enfermedad:

Eliminación de maíces guachos: Es fundamental esta práctica debido a que son fuentes de inóculo y refugio para la supervivencia y multiplicación del insecto vector.

Reducir la ventana de siembra: Las siembras escalonadas permiten que el vector sobreviva e incremente su población. Por el contrario, si se logra una ventana de al menos 90 días sin maíz las poblaciones disminuyen por falta de alimento y con ello el riesgo de enfermedad.

Tolerancia genética: hay diferencia en la tolerancia de los distintos híbridos. Se está trabajando para lograr resistencia.

Tratamiento de semillas: con insecticidas del grupo neonicotinoides usualmente utilizados para control de insectos chupadores como las chinches posee una buena efectividad para el control de chicharritas y protege a las plantas hasta la etapa de V2.

Control del insecto vector: se debe monitorear y controlar el nivel de población del vector en el período crítico de V2 a V10. Existen productos utilizados para insectos chupadores de buen nivel de control para el vector.

(*) Ingeniera Agrónoma Romanela Lis Macagno

Matricula Provincial CIALP – N° 906