El caso no solo tuvo un impacto en la sociedad, sino que también generó interrogantes sobre la capacidad de las autoridades judiciales y policiales para resolver crímenes de esta naturaleza. La investigación estuvo plagada de irregularidades, lo que llevó a cuestionar la integridad del proceso. Las sospechas sobre posibles motivos del secuestro apuntaban hacia una posible represalia contra el padre de Candela, Alfredo Rodríguez, quien estaba cumpliendo una condena por piratería del asfalto en el momento de la desaparición de su hija.
El primer juicio, llevado a cabo en 2017 bajo la dirección del fiscal Mario Ferrario, resultó en la condena de Hugo Bermúdez y Leonardo Jara a prisión perpetua por ser considerados coautores del delito de privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte. Fabián Gómez recibió una pena de cuatro años como partícipe secundario del delito.
Siete años después, se inició un segundo juicio que volvió a poner en el banquillo a los mismos tres acusados, junto con el ex policía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta, esta vez juzgados como coautores del crimen.
Los padres de Candela, Carola Labrador y Alfredo Rodríguez, brindaron su testimonio durante el juicio, expresando su deseo de justicia pero también su dolor y resignación ante la irreparable pérdida de su hija. A lo largo de las audiencias, algunos de los implicados estuvieron presentes en la sala, mientras que otros, como “Mameluco” Villalba, solo asistieron a la primera sesión.(InfoGEI)Ac