En una época de temporadas bajo cero como la que estamos atravesando, el neumonólogo pediátrico Adrián Fernando Polimandi alertó a la población sobre las medidas de prevención a adoptar para evitar las enfermedades respiratorias.
Entrevistado por la Agencia Provincial de Noticias, el facultativo destacó el riesgo que implica padecer bronquiolitis o neumonía en población pediátrica. “Los virus son la principal causa e impacta fuertemente en la salud de los niños y niñas”, advirtió.
Debido a su corta edad los niños tienen su sistema inmunológico en desarrollo. Por este motivo esta población, particularmente, se beneficia con la periodicidad en los controles de salud, el sostenimiento de la lactancia materna, el cumplimiento del calendario de vacunación, el lavado de manos de los padres, cuidadores y convivientes, la ausencia de tabaquismo materno (embarazo) e intradomiciliario, y con la higiene dentro del domicilio ventilando los ambientes, entre otras cosas.
“Es muy importante considerar la salud de los niños desde el embarazo, ya que el crecimiento adecuado dentro del útero dará más posibilidades que el recién nacido presente una adecuada capacidad pulmonar, edad gestacional y desarrollo físico”, señaló el profesional.
Los controles de salud en los embarazos son importantes en todas las gestantes, porque brindan la oportunidad de alcanzar la plena salud de la madre y del niño previniendo riesgos y también contribuyendo a promover conductas saludables. “Es así, que puede abordarse la nutrición más adecuada para el binomio madre-hijo, la necesidad de suplementación con vitaminas, la preparación para el parto y la lactancia, la aplicación de vacunas que protegen a la persona gestante y al niño por nacer (tales como vacuna antigripal, triple bacteriana acelular y la vacuna contra el virus sincicial respiratorio en personas gestantes, recientemente incorporada al calendario), entre otras estrategias”, añadió Polimandi.
El profesional señaló: “La bronquiolitis es la causa más frecuente de consulta en lactantes sanos en época invernal. Es una enfermedad viral que comienza con fiebre habitualmente baja, secreciones respiratorias de vías aéreas superiores (parecido a un resfrío) y con en el transcurso de los días puede comprometer las vías respiratorias inferiores, con tos y grados variables de dificultad respiratoria, para resolver mayoritariamente al cabo de 7 a 10 días”, indicó.
Los niños sanos que cursan un cuadro de bronquiolitis lo hacen principalmente de forma ambulatoria pudiendo llegar, en algunas ocasiones, a internarse; de estos una baja proporción puede tener complicaciones severas que comprometan la vida. “Diferente es el lactante que tiene un factor de riesgo asociado, como cuando es prematuro, desnutrido, presenta enfermedad pulmonar crónica o una cardiopatía. Esto incrementa la posibilidad de internación en un 35%, con mayor riesgo de complicaciones con ingreso a terapia intensiva”, explicó Polimandi.
Pautas de alarma
Las pautas de alarma a tener en cuenta principalmente son la tos, con o sin secreciones visibles que le dificulte o impida la lactancia, la alimentación o le provoque vómitos, altere el sueño, como dormir demasiado, o por el contrario puede estar irritable, describió el médico. “Además, la dificultad para respirar puede mostrarse cuando el niño está agitado, con silbidos en el pecho, cuando respira se le marcan las costillas, se le hunde el pecho o el abdomen. Todas estas son situaciones que deben llamar la atención por la cual se debe hacer la consulta con el médico de manera urgente”, agregó.
Hay que tener presente que cuanto más corta sea la edad del lactante, principalmente en el menor de 3 meses, más rápido tienen que hacer la consulta, porque “una dificultad respiratoria que empieza como leve, en pocas horas puede transformarse en grave”, alertó el especialista.
El tratamiento de la bronquiolitis dependerá de la gravedad del cuadro, en general se relacionan con brindarle confort al niño (evitar que pase frío, pero al mismo tiempo que no lo abrigue demasiado), controlar la curva febril, continuar con la lactancia materna, aspirar las secreciones nasales. “Se contraindica fervientemente automedicarlo, nebulizarlo con infusiones o administrarle remedios caseros por cualquier medio”, advirtió Polimandi.
Hay un dato muy importante a tener en cuenta: los resfríos en las personas adultas pueden provocar una bronquiolitis en los lactantes que se contagian. Las infecciones virales durante esta etapa de la vida, pueden generar complicaciones severas, con secuelas respiratorias transitorias o permanentes que condicionen un crecimiento y modifiquen la calidad de vida esperada para esta edad.
“Destacamos lo aprendido de los cuidados en el contagio en la época más severa de la COVID. Todas las medidas para evitar que los lactantes se infecten de cuadros virales son extremadamente útiles”, finalizó.