La Unión Argentina de Salud (UAS) alertó por la crisis en el sector prestacional y aseguró que más de 5000 centros privados se encuentran al borde de la quiebra. Mediante un comunicado detalló que los establecimientos “no tienen ya márgenes para enfrentar ni siquiera el corto plazo” y en agosto, “podrán ser plausibles de ejecuciones por parte de la AFIP como consecuencia de deudas previsionales e impositivas”.
“Los problemas del sector privado de salud no son distintos al de las obras sociales en todas sus variantes y al del sector público. Lideramos a un grupo de organizaciones que priorizan sobre todas las cosas el bien común y la continuidad de la existencia del sistema para poder seguir atendiendo a todos los argentinos que confiaron en él”, alertaron.
La entidad que nuclea a todo el sistema de salud privado incluidos, sanatorios, clínicas, hospitales de comunidad, institutos de diagnóstico, entidades con y sin fines de lucro, explicó que tanto los prestadores como financiadores sufren “desde hace décadas” un “dramático desfinanciamiento” el cual sumergió a los centros médicos “en una crisis sin precedentes que lo acerca día a día a un escenario de no sustentabilidad”.
“El sector prestacional, particularmente, no tiene ya márgenes para enfrentar ni siquiera el corto plazo. Más de 5000 establecimientos de salud podrán ser plausibles de ejecuciones por parte de la AFIP, a partir del mes de agosto, como consecuencia de deudas previsionales e impositivas”, aseguraron.
Para UAS, dentro de muy poco tiempo ya no se podrán honrar los compromisos básicos, y ello “impactará directamente sobre la atención de los pacientes”. “La ecuación económico-financiera de las entidades está rota y se requieren medidas urgentes para no llegar a límites de los cuales no se podrá volver”, agregaron.
A su vez, describieron a los trabajadores “como el recurso más importante para el sector”, quienes en su última actualización salarial recibieron un aumento del 28% el cual “se suscribió muy a pesar de la situación de quebranto que muchos prestadores del sistema están atravesando”.
En el marco de esta crisis, alertaron que no se podrá “afrontar en tiempo y forma su costo que implicará poner en riesgo la continuidad de las instituciones y un empleador que desaparece cambia el eje de la discusión: de mantener el salario real, la preocupación pasa por el drama de mantener el puesto de trabajo”.
Es por ello que le piden al Estado “ser consciente de la necesidad de apoyar a uno de los sectores más importantes de la sociedad”. Y “nos es imposible quedarnos callados frente a la responsabilidad que tenemos con los argentinos que vienen a atenderse a nuestras instituciones y que -de no modificarse urgentemente esta situación- se verán afectados directamente”.