“La gente buena de un país te busca”, conmovedora carta de los bomberos que participaron de la búsqueda de Loan Danilo Peña

Un grupo de rescatistas escribió unas sentidas palabras para el niño desaparecido, luego de saber que no continuarán buscándolo. Son voluntarios del pueblo de Saladas, en Corrientes, a menos de cien kilómetros de 9 de Julio.

En el marco del décimo día de la desaparición de Loan Danilo Peña (5), cuando las últimas pruebas van afinando el margen y sugiriendo nuevos sospechosos, así como también la investigación se va concentrando en áreas determinadas y prescindiendo de algunas de las fuerzas empleadas de un multitudinario operativo de búsqueda, un cuerpo de bomberos que participó de la búsqueda emitió una emotiva carta abierta para el niño que tiene en vilo a la opinión pública. “La gente buena de un país te busca”, sostuvo el texto.

“Hola, pequeño Loan. No sabemos expresarnos muy bien, pero sí sabemos qué sentimos”, comienza el texto dirigido al niño y subido a redes por los integrantes del cuartel de bomberos de Saladas, un pueblo a 90 kilómetros en ruta de 9 de Julio, de donde es Loan Peña.

La carta a Loan refleja crudas sensaciones de quienes participaron en los operativos. “Si bien nosotros no teníamos la seguridad (al momento del llamado) si eras nacido en Corrientes, nos alcanza con ver un video tuyo para poder llamarte niño correntino (…) Cuando llegó el llamado, uno de aquellos que nunca queremos que llegue, nosotros, los bomberos, tratamos de contener aquel volcán de emociones, centrarnos en nuestro rol profesional e ir a colaborar con tu búsqueda”, continua la carta.

Como hasta ahora los resultados de la búsqueda no han sido positivos, y se cesó la participación de los bomberos en el operativo por parte de la conducción de la investigación, desde el cuartel de Saladas se dirigieron al pequeño en primera persona; “Los días pasaron, Loan, la investigación y nuestras directivas nos han marcado que nuestro trabajo había finalizado. Nos tocaba volver a casa con nuestra familia, pero un poco enojados con nosotros mismos por no poder devolverte a casa”.

“Cada grito dentro del monte o a campo abierto iba abrazado a esa esperanza… cada vez que mirábamos a lo lejos, nos parecía verte. Le buscábamos forma de la huella de tus piecitos a cualquier cosa que veíamos en el suelo. Cada vez que se acercaba el ocaso, nos inundaba la tristeza (…) Días, noches, llovizna y hasta frío nos quitaban cada día más ese puñado de esperanza. Y tratábamos de mentirnos entre nosotros -los bomberos-, sosteniendo que habíamos recorrido tan poco, o que no hacía tanto frío, que tampoco era fuerte el sol, para imaginarte sanito”, compartieron los bomberos los altibajos por los que transitaron durante la intensa búsqueda del chico de cinco años, desaparecido desde el 13 de julio, luego de una visita a la casa de su abuela.

Y rematan, con esperanza: “Sabemos que aún estás entre nosotros y que en unos años vamos a poder leerte esta carta. Aprendimos a quererte, te guardamos un uniforme y te decimos: ‘No te rindas, toda la gente buena de un país te busca, vamos a encontrarte querido Loan‘”.

Qué dice la carta completa de los bomberos de Corrientes a Loan Danilo Peña

Hola, pequeño Loan.

No sabemos expresarnos muy bien, pero sí sabemos qué sentimos.

Si bien nosotros no teníamos la seguridad (al momento del llamado) si eras nacido en Corrientes, nos alcanza ver un solo video tuyo para poder llamarte niño correntino. Como vos, lector, y como yo, bombero. Correntinito, de alpargatas, bombacha de campo, mirando de cerca la parrilla con el asado, practicando el zapateo al compás de las espuelas y hasta musiqueando con un acordeón abrazado al pecho. Fan de los almuerzos familiares y sobremesas de naranjas.

Cuando llegó el llamado, uno de aquellos que nunca queríamos que llegue, nosotros, los bomberos, tratamos de contener aquel volcán de emociones, centrarnos en nuestro rol profesional e ir a colaborar con tu búsqueda.

Angustia en el aires, pero abrazados a una esperanza de poder encontrarte en algún carrizal o en alguno de nuestros montes tupidos. Allí fuimos.

En algunos casos con muchos recursos, y en otros, con menos. Pero todo bombero voluntario -y sus familias- con ganas de ponerle la piel a la situación y esperanzados en traerte de nuevo a casa.

Cada grito dentro del monte o a campo abierto iba abrazado a esa esperanza… cada vez que mirábamos a lo lejos, nos parecía verte… Le buscábamos forma de la huella de tus piecitos a cualquier cosa que veíamos en el suelo…

Cada vez que se acercaba el ocaso, nos inundaba la tristeza…

Dónde andará nuestro niño correntino… como vos y yo.

Días, noches, llovizna y hasta frío. Nos quitaban cada día más ese puñado de esperanza. Y tratábamos de mentirnos entre nosotros -los bomberos-, sosteniendo que habíamos recorrido tan poco, o que no hacía tanto frío, que tampoco era fuerte el sol, para imaginarte sanito.

En muchos de nuestros servicios, nos acostumbramos a compartir el dolor. Sí, a compartir el dolor que pasa esa persona que marcó el 100 desesperadamente. En este, es distinto. Hicimos nuestro aquel dolor, no lo compartimos.

Los días pasaron, Loan. La investigación y nuestras directivas nos han marcado que nuestro trabajo había finalizado. Nos tocaba volver a casa a reencontrarnos con nuestra familia, pero un poco enojados con nosotros mismos por no poder devolverte a casa.

La única satisfacción es haber hecho todo lo humanamente posible. Desde nuestras familias, nuestros trabajos o patrones por los permisos, los que se quedaron de guardia, aquellos que recorrieron más de 25.000 hectáreas, por aire, por agua y por tierra. Vecinos y especialmente al Cuartel de 9 de Julio por habernos recibido, demás bomberos voluntarios, directivos, fuerzas de seguridad, a nuestros perros, y a todo aquel que directa o indirectamente colaboró con las búsqueda: Gracias.

Sabemos que aún estás entre nosotros y que en unos años vamos a poder leerte esta carta.

Aprendimos a quererte, te guardamos un uniforme y te decimos: no te rindas, toda la gente buena de un país te busca, vamos a encontrarte querido Loan.

En nombre de los Bomberos Voluntarios que colaboran en la búsqueda de nuestro pequeño. 22 de junio de 2024, Saladas, Corrientes, Argentina.

DS

CLARIN