El incremento en los combustibles se debe a varios factores. Aunque el gobierno autorizó solo un 1% de aumento por los tributos, se suma un 2% debido a la devaluación mensual y otro 2% por el alza en los precios de los biocombustibles. En total, el aumento oscilará entre el 5% y el 7%. Las petroleras fijaron este último porcentaje como tope, debido a la caída en las ventas de naftas Premium, que registraron una disminución del 21% en mayo.
Para incentivar las ventas, algunas petroleras ofrecieron descuentos de hasta 20% en la nafta Premium durante el último fin de semana, resultando en una situación donde la versión de mayor calidad era más económica que la súper. Esta promoción buscaba contrarrestar la disminución en la demanda de combustibles de alta calidad.
En respuesta a informes que anticipaban aumentos de hasta 18%, el gobierno descartó tales cifras, afirmando que el impacto del impuesto será solo del 1%, lo que equivale a $11 por litro. Previamente, algunas regiones como Neuquén ya habían experimentado aumentos del 3,7% en los combustibles.