El primer incidente ocurrió cuando el colectivo transitaba por la autopista Acceso Oeste, donde una piedra astilló el parabrisas. Poco después, una segunda piedra destruyó una ventanilla ocupada por pasajeros. Estos hechos sucedieron cerca de las 23 y las 23.30 horas, generando pánico y temor entre los ocupantes del vehículo.
El servicio había partido a las 22 horas desde Retiro. A pesar de la situación, el chofer del colectivo no se detuvo, presumiblemente para evitar un posible robo a los pasajeros, quienes creen que esa era la intención detrás de los ataques.
La rápida y valiente reacción del conductor evitó que el incidente se convirtiera en algo más grave, aunque dejó una profunda preocupación entre los viajeros sobre la seguridad en la ruta.
REVISTA BIFE