Semana Mundial de la Lactancia Materna: 5 preguntas claves y cómo resolver los desafíos más comunes

En los primeros meses de vida del bebé, hay una serie situaciones que pueden dificultar el amamantamiento. Desde la organización de la lactancia y la sensibilidad en los pezones hasta el regreso a la rutina tras la licencia por maternidad, consejos para facilitar una práctica saludable que trae grandes beneficios.

La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a un bebé por los numerosos beneficios que le otorga. En primer lugar, le aporta el agua y los nutrientes que necesita a lo largo de sus primeros meses de vida y se adapta a los requerimientos de sus etapas posteriores de desarrollo. Además le brinda anticuerpos, que lo protegen de infecciones, disminuye el riesgo de muerte súbita y reduce el sobrepeso y la posibilidad de desarrollar enfermedades crónicas.

Por estos beneficios, la recomendación general es que la lactancia comience tan pronto como sea posible, tanto en partos naturales como aquellos realizados por cesárea; manteniéndola como forma exclusiva de alimentación durante los primeros seis meses de vida, para luego comenzar a incorporar paulatinamente otros alimentos.

Sin embargo, este camino no siempre es simple. Más allá de la voluntad de la mamá de darle el pecho a su hijo, pueden aparecer obstáculos que dificulten esa tarea. A partir de este jueves 1° de agosto, se celebra en todo el mundo la Semana Mundial de la Lactancia Materna para promover este hábito saludable y brindar información que facilitar su práctica. Un punto central es saber cómo hacer frente a las complicaciones. Por eso, expertos en neonatología y puericultura ofrecen soluciones para cinco desafíos claves que pueden presentarse durante los primeros meses de vida de un bebé.

Desafío 1: ¿cómo organizo la lactancia?

“Cada bebé es distinto y cada mamá también. Por eso, no hay una regla. Con la ‘lactancia a demanda’ el bebé come cada vez que lo pide, de día y de noche, sin horarios ni tiempos de duración rígidos. Cuando tu bebé da señales de hambre, le das el pecho. Por eso al inicio es importante que estés siempre cerca”, explica la doctora Ana Pedraza (MN 42867), jefa de Neonatología de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina.

La experta aclara que a medida que el bebé crece, esta demanda irá variando en función de sus necesidades. Un recién nacido puede comer entre 8 y 12 veces por día. Una vez que la lactancia está establecida, la mamá empieza a conocer las necesidades de su hijo y sus ritmos de demanda. Y a medida que crece, se ajustan los horarios tanto de la demanda como de la producción de leche.

Desafío 2: ¿qué hago si los pezones empiezan a ponerse sensibles?

El primer paso es asegurarse de que el bebé esté bien prendido al pecho. ¿Cómo saberlo? La doctora Pedraza detalla que esto sucede cuando tiene el pezón y gran parte de la aréola dentro de su boca, sus labios se vuelven hacia afuera como la boca de un pez y el mentón toca el pecho. Otro tip para confirmar si la posición es correcta: su cuerpo está enfrentando al de la mama, con su oreja, hombro y panza en contacto con ella.

“Durante la lactancia, madre e hijo pasan muchas horas del día amamantando, por lo tanto, la forma en que se realice tiene que ser cómoda y agradable para ambos. Tratá de buscar un lugar tranquilo, sin demasiado ruido e iluminación. Es importante que cuentes con los apoyos necesarios para lograr estar lo más cómoda posible. Hay diferentes posiciones para amamantar: clásica, debajo del brazo, invertida y recostada”, enumera la licenciada Marcela Sánchez, coordinadora de Puericultura de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. Y suma otro consejo: “Recordá que, para proteger y cuidar tus pezones, tu propia leche es lo mejor. Después de cada toma podés cubrir la aréola y el pezón con un poco de tu leche, dejándolo secar al aire”.

Desafío 3: ¿qué hago si tengo una baja producción de leche?

A lo largo de la lactancia, se dan momentos en los que la mamá considera que tiene una baja producción de leche, aunque en realidad la mayoría de las veces la producción es buena y adecuada a las necesidades del bebé. Un primer paso en esta situación es controlar el peso y crecimiento del bebé, lo que va a permitir asegurarse que está recibiendo suficiente leche.

“Amamantá con frecuencia y a libre demanda y dejá que tu bebé decida cuándo dejar de comer. Ofrecele que tome de ambos pechos. La bajada de leche se produce generalmente entre el tercer y quinto día de vida del bebé. Para estimular la bajada de leche se pueden colocar paños tibios y realizar masajes en los pechos antes de las mamadas”, apunta la licenciada María Teresa D’Osualdo, coordinadora de Puericultura del Sanatorio de los Arcos.

La experta remarca que el estímulo más importante para favorecer la producción de leche es la succión del bebé. “Cada vez que el bebé se prende al pecho la mamá libera hormonas que estimulan la producción de leche. La correcta prendida al pecho y las tomas frecuentes son fundamentales para favorecer la bajada de leche”, afirma.

Desafío 4: tengo incomodidad porque siento los pechos “demasiado llenos”

A no desesperar: es esperable que cuando ocurre la bajada de leche los pechos estén más congestionados. “Prendé más frecuentemente a tu bebé al pecho, extraete leche previo a la prendida y de ser necesario, aplicá compresas frías”, recomienda el doctor Jorge Lezcano (MM 110054), jefe de Neonatología del Sanatorio de los Arcos y remarca que, si la congestión es persistente y/o se suma fiebre o dolor, es importante realizar una consulta médica.

Desafío 5: ¿cómo sostengo la lactancia cuando vuelva a trabajar?

Lo mejor es ir planificando con tiempo la vuelta a la rutina tras la licencia por maternidad. “Empezá a prepararte extrayéndote leche dos o tres semanas, para asegurarte de que tu bebé tenga suficiente leche. Consultá con tu empleador sobre la existencia de Espacios Amigos de la Lactancia para que puedas planificar una rutina de extracción en los mismos horarios en que tu bebé se alimenta y conservar tu leche durante la jornada laboral”, recomienda la doctora Ana Pedraza.

Una semana para crear conciencia

La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra todos los años entre el 1° y el 7 de agosto en más de 170 países. Se trata de una campaña coordinada por la Alianza Mundial para la Acción de Lactancia Materna (WABA) en forma conjunta con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, con el objetivo de crear conciencia yrealizar acciones de protección, promoción y apoyo al amamantamiento.

El lema de este año en la Argentina es “Disminuyamos la brecha, apoyemos la lactancia entre todos”. El objetivo es garantizar que todas las madres, independientemente de sus circunstancias, reciban el apoyo necesario para amamantar con éxito a sus hijos. Para alcanzar esta meta es fundamental revalorizar la importancia de la lactanciay las prácticas óptimas de nutrición segura; trabajar en las desigualdades, especialmente en tiempos de emergencias y crisis de diferente índole; y favorecer la colaboración entre los diferentes actores sociales, sistema de salud, apoyo comunitario y lugares de trabajo para crear un entorno favorable.

Tanto la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, como el Sanatorio de los Arcos son Hospitales Amigos de la Lactancia, acreditados por OMS, UNICEF y el Ministerio de Salud de la Nación. Si bien muchas de las dificultades que surgen durante el amamantamiento pueden solucionarse durante la internación, otras requieren un asesoramiento adecuado y oportuno pos-alta. Por este motivo ambas instituciones ofrecen consultas luego del alta en forma virtual y presencial. Además, Swiss Medical dispone de Espacios Amigos, que facilitan a sus colaboradoras el acceso a un lugar confortable para la extracción de leche cuando retoman la actividad laboral.

Un desafío para todos

Es importante tener siempre en cuenta que la lactancia es una responsabilidad compartida que implica el compromiso de todos. Cuando las familias, parejas, compañeros de trabajo, entidades gubernamentales, profesionales de la salud y toda la sociedad en su conjunto acompañan, se logra un apoyo continuo que repercute de manera positiva en la lactancia.

“Para sostener la lactancia es fundamental que tengas ayuda. La familia es el primer y más importante apoyo que tiene la mamá: que te sientas acompañada y sostenida en estos momentos, hará que las primeras semanas sean menos críticas. El apoyo emocional, involucrarse en la crianza del nuevo integrante de la familia, colaborar con las tareas del hogar y estar disponible cada vez que lo necesites, favorecerá la duración de la lactancia”, sostiene la doctora Ana Pedraza.

“Este apoyo familiar debe estar acompañado también por un compromiso de toda la sociedad. Los lugares de trabajo, las organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos, los sistemas de salud y las comunidades son quienes de distintas maneras pueden participar para disminuir la brecha”, concluye la especialista de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina, en sintonía con el lema que este año impulsa la Semana Mundial de la Lactancia Materna en nuestro país.