El traslado de Kuraq se llevará a cabo en la madrugada del miércoles, con la supervisión del personal del bioparque y de una médica veterinaria, quienes lo acompañarán durante todo el viaje. Kuraq permanecerá aproximadamente cinco meses en el Ecoparque, en un proceso de preadaptación, antes de ser liberado en las Sierras de Pailemán, en Río Negro, junto a otro ejemplar, como parte del proyecto «El retorno del cóndor al mar».
Bruno Vitale, director del Bioparque Municipal «La Máxima», explicó que la incubación del huevo del cóndor dura aproximadamente 60 días. A diferencia de otros casos, en esta ocasión se decidió mantener el huevo en Olavarría y trasladar al pichón al Ecoparque.
Según consigna En Línea Noticias, la pareja reproductora, Rawson y Curá, forma parte del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino (PCCA), desarrollado por la Fundación Bioandina. Este proyecto, en el que colaboran varias instituciones nacionales e internacionales, busca la protección y preservación de esta especie, que desempeña un papel esencial en el ecosistema como carroñero.
El Bioparque «La Máxima» colabora activamente en la conservación de los cóndores andinos, con un esfuerzo constante en la alimentación, cuidado y seguimiento de estos animales. Además, el equipo del bioparque, incluyendo biólogos y veterinarios, monitorea de cerca el comportamiento de la especie, especialmente durante las temporadas de reproducción.
Instituciones que colabroran
En conjunto con otras instituciones, el PCCA trabaja desde hace más de 30 años para repoblar la costa atlántica de la Patagonia con cóndores, una especie que estuvo extinta en esa región durante más de un siglo. Este esfuerzo ha permitido que los cóndores regresen a su hábitat natural, convirtiendo eventos como el ocurrido en Olavarría en un símbolo de esperanza para la recuperación de la población de cóndores andinos.
Importancia ecológica
Además de su importancia ecológica, estos programas de liberación también tienen un significado cultural y turístico, atrayendo a visitantes y estudiantes que participan en las ceremonias de liberación.
Los cóndores andinos
Se los conoce científicamente como Vultur gryphus; son las aves voladoras más grandes del mundo, con una envergadura que supera los tres metros. Su papel como carroñeros es crucial para mantener el equilibrio en los ecosistemas, y debido a su baja tasa de natalidad, cada nuevo nacimiento en cautiverio, como el de Kuraq, es fundamental para la conservación de la especie. (InfoGEI)Ac