Forte subrayó que la igualdad de género no es solo un principio de justicia social, sino una obligación consagrada en la Constitución Nacional y en tratados internacionales. En su discurso, la concejala recordó que el artículo 75, inciso 22, establece el deber del Estado de promover la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. “El equilibrio de género en la Corte Suprema no es una opción, sino un mandato constitucional”, afirmó. La concejala destacó que, en toda la historia de la Corte, solo tres mujeres han logrado integrarla, lo que refleja una subrepresentación alarmante considerando que las mujeres constituyen el 52,6% de la población argentina, según datos del INDEC.
La nominación de dos hombres para ocupar los cargos vacantes en la Corte sería, según Forte, un retroceso que vulneraría los avances logrados en materia de igualdad de género. “La igualdad de género en los cargos de alta jerarquía es un avance que debe ser promovido, no retrocedido”, advirtió, al tiempo que argumentó que una Corte diversa, con representación femenina, es esencial para garantizar una justicia más equitativa y con una perspectiva de género que refleje las realidades de toda la sociedad.
El proyecto que presentó Forte y fue aprobado por el cuerpo expresa al Poder Ejecutivo nacional la preocupación por estas nominaciones y solicita que se propongan candidatas mujeres para ocupar las vacantes en la CSJN. Esta propuesta no solo busca revertir la exclusión de las mujeres, sino también garantizar que la Corte, como órgano supremo de justicia, sea un reflejo fiel de la diversidad de la sociedad a la que sirve.
El impacto de la falta de mujeres en los tribunales superiores no se limita a una cuestión de representación simbólica. Según el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), aunque el 57% del personal del Poder Judicial en Argentina está conformado por mujeres, solo el 31% de los cargos de magistrados son ocupados por ellas. Este desequilibrio no solo afecta la estructura de poder en la justicia, sino que también limita la incorporación de perspectivas diversas en la toma de decisiones.
Para Eugenia Forte, no basta con expresar preocupación. Durante su discurso, invitó a los concejales y concejalas presentes a interceder ante sus senadores y a instar a sus partidos políticos a tomar una postura clara respecto a la importancia de la representación femenina en los órganos de justicia. “No estamos dispuestas a ir un paso atrás sobre los derechos ganados”, concluyó, destacando que los avances en igualdad de género no deben ser negociables ni retroceder ante la coyuntura política del momento.
La cuestión de la paridad de género en los organismos de poder, y en particular en la Corte Suprema, se presenta como un tema de urgencia en el debate público. No es simplemente una demanda de igualdad en términos abstractos, sino un requisito para consolidar una democracia real y efectiva. La justicia, para ser verdaderamente representativa, debe reflejar las voces y experiencias de todos los sectores de la sociedad, y no puede seguir excluyendo a las mujeres de los espacios de decisión más altos.
La edil concluyó: “Es momento de que las instituciones del país, y en particular los órganos de justicia, se alineen con el compromiso de garantizar la paridad de género y dejen de ser testigos pasivos de una inequidad que vulnera los principios fundamentales de nuestra Constitución”.