La Pampa le da pelea a la desertificación e invierte en riego, asociada con el sector privado, por $10.000 millones.

La provincia logró duplicar la cantidad de hectáreas productivas en Casa de Piedra.

Una inversión en riego del gobierno provincial pampeano duplicó la cantidad de hectáreas productivas en Casa de Piedra y planea llegar a un total de 1200 en pocos años.

Ante la parálisis de las obras públicas por parte de la Nación, La Pampa busca “hacer frente al proceso de desertificación, consecuencia del manejo mendocino de los ríos, con iniciativas e inversiones propias”. 

“Gracias a ese esfuerzo, Casa de Piedra pasa de ser un desierto a una villa turística y productiva”, explica el titular de la Agencia Provincial de Comercio Exterior e Inversiones, Sebastián Lastiri.

Se trata de un proyecto que comenzó en 2007 con estudios exploratorios, luego se consiguió un financiamiento del Consejo Federal de Inversiones. 

El paso siguiente fue la instalación de una chacra experimental, que determinó que las condiciones climatológicas, con bajo riesgo de heladas tardías y tempranas; el  suelo propicio y un régimen de vientos más que adecuado hacen de la región un lugar óptimo para la producción de vides de calidad, olivos  y diversidad de frutos secos, como pistachos, almendros y nueces.

En los primeros meses de 2023, el gobernador Sergio Ziliotto ordenó a los ministerios de Producción, Hacienda y Finanzas, el Ente Provincial del Río Colorado (EPRC), la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) y  a la Agencia de Comercio Exterior e Inversiones de la provincia “pasar a nafta” y “prender el turbo”.  

Ya hay en funcionamiento un sistema de bombeo y una cisterna de acopio, que permiten irrigar una superficie de 413 hectáreas que eran prácticamente improductivas a secano. Esas tierras ya fueron licitadas y se están instalando emprendimientos vinculados a la vid y a la fruta seca. La inversión privada ronda los 10.000 millones de pesos.

“La inversión pública primero facilitó muchísima información clave para determinar qué actividades productivas eran posibles y luego desarrolló un manejo muy eficiente del recurso hídrico. Luego de eso, el gobernador nos encargó el desarrollo de un paquete de instrumentos que facilitaran la llegada de inversores. En menos de un año logramos que ya haya establecimientos en fase producción”, dijo Lastiri.

El paquete incluye viviendas para que se instale la gente que va a trabajar en esas chacras, créditos a tasa subsidiada e incentivos fiscales. 

«Sin este esfuerzo provincial, sin la articulación público privada, sin el trabajo técnico, nada de esto hubiera sido posible o hubiera sido una inversión de altísimo riesgo para el sector privado”, sostuvo el funcionario.

Consideró que “el gobierno nacional realiza una apropiación indebida de fondos que son de las provincias, por la constitución o por pactos federales. Eso genera una reducción de los programas de apoyo a la iniciativa privada, como los créditos a tasa subsidiada que facilitaban el desarrollo de las pymes, por ejemplo». 

Dijo que «eso explica que el proceso de generación de empleo se haya detenido primero y luego iniciado una reversión. Los números de inversión son los peores en más de veinte años, sólo comparables a los de 2001. La Pampa no es una isla y también lo sufre”.

El tema hídrico es uno de los puntos centrales de la agenda de Ziliotto, como lo fue también de sus antecesores. 

La Pampa arrastra un litigio de décadas con Mendoza, por sus manejos del río Atuel aguas arriba. Viene de obtener un fallo favorable en la Corte Suprema de la nación, que obliga a la provincia vecina a garantizar un caudal mínimo hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo. 

“Uno de los elementos centrales de la presentación previa a ese fallo fue un informe muy exhaustivo realizado por la UNPam, que explica el impacto negativo a nivel demográfico y nivel de biodiversidad, además del económico”, indicó el gobernador.

Ziliotto es, junto  sus pares de Buenos Aires, Axel Kicillof, de Formosa, Gildo Insfrán, y de La Rioja, Ricardo Quintela, uno de los gobernadores peronistas que no votó el RIGI ni asistió al Pacto de Mayo, finalmente firmado en julio. 

La reciente inversión en Casa de Piedra, contribuye también a antagonizar con el modelo económico de la motosierra, interpretan en círculos políticos.

NA