Las actividades comenzaron con la instalación de stands de distintas organizaciones feministas y de disidencias. Luego, a las 16 horas, se realizaron diversos talleres y la asamblea de mujeres trabajadoras, en la que se debatieron las principales problemáticas que atraviesan. A su vez, la Asociación Pampeana de Escritores (APE) instaló «el cordel», un espacio con textos interactivos.

A las 17 horas se dio lectura al documento rubricado por diversas organizaciones, en el que se denunció el retroceso en materia de derechos y políticas de género. «Estamos en las calles tomando nuestra palabra como arma de lucha ante las políticas negadoras y violentas impuestas a las mujeres, minorías y diversidades», señalaron al comienzo del texto.
Las manifestantes criticaron el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y la disolución de la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. Además, denunciaron la reducción de la inversión en políticas contra la violencia de género y la falta de ejecución de programas para víctimas de trata. En la proclama, también se recordó la desaparición de Andrea López y se rechazó la intención del Gobierno de eliminar el concepto de femicidio del Código Penal.

El documento también incluyó demandas laborales y sociales: «Las mujeres sostenemos familias, trabajamos muchas horas y exigimos igualdad salarial y oportunidades. Rechazamos la violencia y el acoso laboral, denunciamos despidos masivos y precarización, y exigimos el reconocimiento de las tareas de cuidado y una jubilación digna».
Por otro lado, se manifestó la preocupación por el deterioro de la salud pública y el impacto que esto tiene en mujeres y disidencias. «El desfinanciamiento de programas esenciales afecta la atención a víctimas de violencia de género y la salud sexual y reproductiva, dejando a miles sin acceso a métodos anticonceptivos, preservativos y medicación para abortos seguros», advirtieron.
Las manifestantes reivindicaron la Educación Sexual Integral (ESI) y pidieron garantías contra el lesbo-odio. Asimismo, reclamaron políticas públicas que aseguren el derecho a una vivienda digna y seguridad para las mujeres y sus familias. «Siempre que nos impongan una sociedad individualista responderemos con unidad y solidaridad», concluyeron.
La jornada culminó con una multitudinaria movilización que recorrió la Avenida San Martín y regresó a la plaza, dejando en claro que la lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres y diversidades continúa vigente.
Con información de El Diario